21 Sueños Contigo🥀

Prologo

Me arrepentí.

Todas esas veces que prometí hacer bien las cosas, planearlas y que dieran buenos resultados se esfumaron como la llama de una vela al apagarse.

Y quizás eso también había pasado con mí vida.

Porque por más que tenga unas enormes ganas de llorar, que tenga una enorme angustia igual de pesada que el plomo, o que también tenga una rabia como nunca la había tenido en mí vida haría que me devuelvan mis sueños, mí vida y mí cuerpo.

Resultó ser que una mañana de otoño mí perezoso cuerpo no escuchó la alarma, o tal vez sí, pero la omitió y decidió seguir durmiendo.

Me desperté, desorientado sin saber la hora o el día me levanté rápidamente para darme cuenta que me dormí una hora más de lo usual.

En mis dieciocho años de vida me había apurado tanto como aquella vez. Me fuí al baño, me puse lo primero que encontré, recojí mí mochila y salí de casa para tomar un bus.

Como el destino me tenía una mala jugada, no llegué a tiempo al bus que había llegado y que me encontré cuando doblé la esquina, tampoco ningún taxi se dignó a circular por la calle.

Me maldije por ser estupido y maldije el horrible día de mala suerte que me había tocado.

Entonces me dispuse a correr.

Yo no era una persona que hiciera mucho ejercicio, así que me comenzé a agitar rápidamente, mis pulmones estaban cansados y mí corazón latía con fuerza.

Pero avancé.

A mitad de cuadra logré ver qué el semáforo se puso en rojo y los autos pararon. Supe que ese era mi momento y me apresuré aún más.
Choqué con algunas personas pero eso no impidió que me detuviera.

Y apenas puse un pie en la calle tomé velocidad ya que el semáforo cambió a verde.
Después de ese momento todo ocurrió en cámara lenta, pero a la misma vez todo surgió más rápido que la luz.

Aún faltaba dos pasos para pisar la acera. Pero el tiempo se me había acabado.
Sentí el duro metal y la chapa golpear mí cuerpo de manera tan brusca, tan rápida, y tan dolorosa.

Oscuridad.
No vi nada más que oscuridad.