PURPLE IS THE NEW GREEN

Capítulo 7

Se pasó lentamente una mano por la cara y cerró los ojos pensativo. "¿Qué he hecho para merecer esto?" era una frase que se le pasaba a menudo por la cabeza. Al cerrar los ojos se había aislado de los impulsos visuales, por desgracia, sus oídos seguían registrando todo lo que ocurría a su alrededor. Oía los profundos suspiros de su hijo, las risitas maniáticas de su cuñada, pero sobre todo oía hablar a su mujer.

-Las capas y la experimentación con los acabados transparentes definen las siluetas de estos nuevos diseños, desde la ropa de día hasta el traje de noche. Las prendas transparentes, como esta camisa de seda de gasa, rompen las reglas de la ropa convencional y expresan la escena de uno mismo. Es sencillamente revolucionaria, Lucius, es una pena que sólo pueda conseguirla en París... Quizás un viaje a Twilfitt y Tatting sería prudente...-

Lucius reprimió un gemido y dio un largo trago a su wiskey de Fuego. Antes de que pudiera detenerse, apretó el vaso frío contra su piel acalorada. Sintió que le dolía la cabeza, si tuviera paz y tranquilidad durante diez minutos de verdad, volvería a tener su máscara de Malfoy-Sangre Pura en su sitio.

Miró por debajo de las pestañas la blusa que su esposa sostenía en sus esbeltas manos. Realmente no pudo encontrar nada revolucionario en ella. No dudaba de que estaba hecha de la más fina seda y, si conocía un poco a Narcissa, probablemente la camisa había sido confeccionada por Veela's en Francia -(lenta y tiernamente)- y luego había subido el precio. Sonrió con los labios apretados a su esposa mientras ella hablaba de las formas de expresión personal que ofrecía esta camisa.

Lucius miró la camisa con cierto desdén. Realmente no entendía lo que Narcissa quería decir con eso de "expresarse", sólo entendía que si se ponía la camisa -(que en su opinión no era más que una camisola con un picardías transparente)- no llevaba nada más que sus pechos a la vista. ¡En nombre de Salazar! ¿Qué tipo de mensaje quería transmitir? La bruja ya tenía un hijo, ¿qué más podía querer? Ya tenía un amante, varios, incluso si él creía en los informes. ¿Por qué iba a querer mostrar su torso pechugón con una camisa tan endeble?.

Lucius se estremeció ante la idea de que Narcissa lo hiciera por él, pero rechazó la idea tan rápido como se le había ocurrido; él y Narcissa no habían compartido la cama en años y, si fuera por él, no compartirían la casa en un futuro próximo.

Se enderezó en su silla cuando vio que Narcissa lo miraba expectante, con una mano rebelde en su costado. Se pegó una sonrisa educada en el rostro y saludó pensativo al trozo de gasa transparente que había pasado por camisa. -Narcissa, querida, no sé por qué te molestas en comprar semejante prenda-.

La boca de su esposa se torció en una expresión agria, donde sus ojos parecían brillar con una luz mortalmente fría. Lucius se alegró de haber podido expresar su verdadera opinión, por muy corta que fuera esta sensación. Sin embargo, sabía que era mejor no criticar a una mujer de la Casa Black, o peor aún, refutar su sentido de la moda.

-Cualquier cosa que te pongas se queda corta para tu belleza, mientras que estas ropas están ciertamente hechas para todo lo que es bello y dulce, sin embargo, no coincide con tu gracia natural. Desgraciadamente, nunca existirá esa ropa donde tú eres siempre la más bella a mis ojos, querida. Sin embargo, la camisa de gasa hace un esfuerzo galante y ciertamente contribuirá a tu... expresión personal-.

Narcissa asintió satisfecha y colgó con cuidado la costosa camisa del perchero lleno de ropa nueva. Luego cogió una bolsa de la mesa que se parecía sospechosamente a un shopper que él había visto llevar a los muggles cuando estaba en Londres. Y por un shopper, se refería a una bolsa grande y fea, hecha de un material resistente que él no podía ubicar. Empezó a hablar del proceso de tejido a mano y de la ventaja que tenía sobre producirlo por arte de magia.