IV

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Al caer la noche nos quedamos viendo "La Sirenita". En realidad nos quedamos hablando y besándonos hasta que nos dio sueño.

Dormí en su pieza por varias noches, ella dormía con sus papás o su hermana pero seguíamos chateando por nuestros celulares hasta quedarnos dormidos.

Al día siguiente salimos al centro, era catorce de Febrero, el día del amor.

Nos juntamos con amigas de Gisselle y fuimos a la plaza y luego al mall que quedaba cerca.

Cuando se nos dio la ocasión nos alejamos de las demás amigas y huimos hacia el ascensor.

Apenas se abrieron las puertas Gisselle tomó mi mano izquierda y me hizo entrar de manera un tanto agresiva y me llevó contra la pared del ascensor. Apenas se cerraron las puertas se acercó, nos miramos y simplemente nos empezamos a besar sin parar hasta llegar al último piso. Presioné el botón para bajar y seguir repitiendo lo sucedido.

De pronto se abrieron las puertas y rápidamente nos separamos. Había una señora que quería entrar, salimos como si no hubiese pasado nada y nos pusimos a reír.

Al parecer quedamos con ganas de más y fuimos a las salida de emergencia.

-Ahí no hay cámaras. -Dijo, pensando que pudieron haber registrado lo que sucedió en el ascensor.

Y paso lo mismo, me llevó contra la pared y sin parar, por un buen rato nos besamos, ella me abrazaba y yo acariciaba su cintura.

Todo se detuvo cuando empezó a aparecer gente bajando por las escaleras y cuando ya no encontramos otro sitio.

Dimos un par de vueltas y fuimos a la casa de su amiga en busca de la hermana de Gisselle.

Yo sólo caminaba, feliz al lado de Gisselle tomados de la mano.

Entramos a la casa de su amiga y yo sólo saludé. Pasamos a la habitación de su amiga y nos quedamos conversando hasta tarde.

Me acuerdo cuando le preguntaron a Gisselle por mis gustos musicales.

-Le gusta el "pun". -Dijo segura. Al darse cuenta de que se había equivocado se puso a reír mientras la molestábamos.

Sólo la abracé y la molesté un poco.

Es tan dulce y bonita. -Decía en mi cabeza.

Después de un rato nos dieron como un minuto para estár solos. La amiga y la hermana de Gisselle se escondieron detrás de unos cojines y trataban de ver lo que hacíamos.

Sólo la abracé y la besé por un rato.

Días después me enteré de que nos habían sacado fotos pero eso me dio igual. A mí me daba lo mismo que todos supieran que nos besamos. Pero sí quería que todo el mundo supiera que era feliz con ella.

Ya estaba cayendo la noche y no encontrábamos transporte para volver a su casa, tuvimos que caminar hasta el centro y tomar locomoción.

Ese día no le pude regalar nada porque buscaba algo distinto para ella. Sólo habían globos con corazones y cosas cursis.

Pero puedo confesar que lo que sucedió en el ascensor no lo olvidaré.

Quiero Irme LejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora