Capítulo 55

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Aquí vamos

Arte de portada: Mystery White Flame

capitulo 55

Jill sabía juzgar bien el carácter, o la habilidad.

Ese fue el único pensamiento que pasó por la mente de Jaune mientras hacía su mejor imitación de un misil balístico y golpeaba la base de un edificio en ruinas que formaba parte de la arena. La ICJM hizo un gran trabajo, rompiendo los soportes y causando que el edificio se derrumbara en una gran explosión de mampostería y polvo. También lo enterró debajo de gran parte de eso, que lejos de ser una preocupación apremiante, en realidad le dio un respiro del educado psicópata que era Pyrrha Nikos.

Oh, había aprendido su error allí. Más engañarlo por confiar en una Beacon Huntress para ser normal. Pyrrha se las arregló para actuar así fuera del cuadrilátero, pero en el momento en que sonó el cuerno, ella ganó esa mirada en sus ojos, esa chispa competitiva, y desde entonces fue como si él hubiera estado luchando contra un demonio.

"Tal vez pueda quedarme aquí...", dijo Jaune a la roca que lo inmovilizaba. "Esto está bien. Esto está totalmente bien".

Sin embargo, el pobre rock-kun no pudo protegerlo para siempre. Los sonidos cambiantes de arriba sugirieron que la mampostería estaba siendo destrozada y arrojada a un lado. Las pantallas grandes deben haberle dicho a Pyrrha que su presa todavía estaba viva y con mucho aura, y aparentemente ella no era el tipo de chica que deja un asesinato sin terminar.

"¡Baliza sangrienta!" gritó. "¿¡Qué te enseñan mucho!?"

Mientras se quitaba la última losa encima de él, plantó sus pies contra ella y pateó a la chica. Su cuerpo reforzado con aura, cortesía de Jill, le dio más fuerza de la que esperaba y Pyrrha salió disparada, tan lejos y tan rápido que pensó por un momento que ella podría terminar sonando y otorgándole una victoria gratis.

Tonto, de verdad. Pyrrha Nikos logró trepar a la losa en el aire, inclinar un pie hacia abajo y detenerla antes de tiempo, patinando sobre el suelo rocoso antes de saltar como si fuera su principal medio de transporte. Su espada se convirtió en una pistola, porque realmente, ¿por qué no tener todas las armas en una sola? Y apuntó a su cuerpo indefenso.

Debería esquivar... pensó Jaune. Entonces, después de varios disparos y un dolor floreciente en todo su cuerpo, ¡realmente debería haberlo esquivado! ¡Ay, mierda! Vinieron más disparos y esta vez el dolor le dio una buena dosis de motivación y lo hizo rodar sobre la pila de escombros que Pyrrha había creado con su cuerpo. En lugar de revisar su propio pergamino, miró las pantallas a cada lado de la arena y la multitud. Pyrrha estaba al 98%, presumiblemente habiéndose golpeado un dedo del pie cuando lo pateó como un misil. Él, por su parte, estaba al 100%. Probablemente superó eso en verdad gracias a Jill, pero los sensores solo podían decir que no había perdido nada de su propia aura.

Espera, técnicamente estaba ganando.

Espera... eso no fue algo bueno, ¿verdad?

"¡Estas bien!" Pyrrha lo llamó. "Incluso después de todo este castigo, no he hecho ni un rasguño". Su risa fue, de todas las cosas, encantada. Como si este fuera el momento con el que había estado soñando toda su vida. "Supongo que eso significa una cosa".

"¿Te vas a rendir?" Jaune se atrevió a tener esperanza.

La sonrisa de Pyrrha se hizo aún más grande. "Finalmente puedo hacer todo lo posible".

¿Esperar lo? Espera un segundo. Pyrrha lo había estado usando como una pelota de ping-pong durante los últimos cuatro minutos y medio, ¿y se había estado conteniendo? Si su hombría no se hubiera convertido ya en un pequeño nugget de pollo, lo habría hecho ahora. En cambio, trató de absorberse de nuevo en su propio cuerpo. "¡E-Eso no es necesario! ¡Creo que esta pelea va bien!"

El Caballero De SalemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora