Ash Ketchum es un joven de veinte años, el cual es un entrenador Pokémon muy fuerte. Conoce a unas chicas las cuales se enamoran de él. ¿Corresponderá el azabache esos sentimientos? Descúbranlo en esta historia.
[Terminada]
Ash: Llevaré protector solar, una pelota de fútbol, y otra para el agua, anteojos, varias toallas. —poniendo todo en un bolso—
Todas: (Ya quiero que me ponga el protector solar por mi cuerpo) —pensaban mientras se sonrojaban al imaginarse ese momento—
Ash: Bueno, ¿están listas? —todas asienten—
Todos salen de la casa y se van a la playa que estaba cerca de ahí.
Cuando llegaron a la playa, las chicas fueron a los vestuarios que habían ahí y se cambiaron, salieron del lugar y fueron donde el azabache.
Ash: ¿Qué pasa? ¿Por qué miran todos hacia un mismo lado? —dijo confundido—
Y en ese momento, aparecen las fans del azabache dejándolo sonrojado y embobado.
Todas: Ya vinimos, Ashy. —dijeron poniendo todas sus manos en las cinturas mientras sonreían— ¿Cómo nos vemos?
Ash: (Son... Son... Son muy hermosas) —viendo los bellos cuerpos de las chicas— Están muy lindas, chicas, no tengo palabras para describirlas. —sonrojado mientras desviaba la mirada—
Todas: ¡Gracias, Ashy! —sonrojadas, dando un grito de fan girl—
Cabe decir que todos los hombres que había en la playa estaban súper celosos del azabache, ya que estaba con muchas chicas hermosas a su lado.
Ash: Esperen, ¿cómo que Ashy? —dándose cuenta recién de como lo llamaron—
Todas se sonrojan y miran a otro lado.
Todas: Nada, Ash, olvida eso. —rojas como un tomate— ¿Y tú no te vas a cambiar?
Ash: Es verdad, ya me había olvidado. —yendo a los vestuarios de hombres a cambiarse—
Todas: (Es despistado, pero aún así te amamos, Ash) —pensaban sonrojadas—
En ese momento, llega el azabache y todas las chicas, incluyendo desconocidas, miraban muy sonrojadas al azabache.
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Ash: Chicas, ¿están bien? —mirando preocupado a las chicas que no respondían, solo miraban el marcado cuerpo del azabache—
Todas: (Es muy lindo... Está muy marcado) —mirando sonrojadas al azabache— Estamos bien, Ash. —sonrojadas mirando a otro lado—
Ash: Si les pasa algo me avisan. ¿Jugamos al vóley? —sacando la pelota de vóley—
Todas: Claro, pero antes, ¿nos puedes poner protector solar? —sonrojadas—
Ash: ¿Yo? —sonrojado—
Todas: Sí, tú. —sonrojadas—
El azabache, sonrojado, saca el protector solar y empieza a pasarle a cada una por el cuerpo, pasando por los costados de los pechos y de las nalgas de ellas haciendo que liberen leves y bajos gemidos, audible solo para ellos.
