trece

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—No... No, no... — Mina cubrió sus ojos con sus manos, no quería verla, se apartó del cristal, sus piernas cedieron y cayó de rodillas, mientras rompía en llanto, seguía negando, rogando para que hubiera sido élla y no Jeongyeon.

Cuando por fin pudo abrir los ojos, lo primero que vió no fue arena, sino un suelo blanco y lustroso, completamente liso.

Estaba dentro de la caja de nuevo.

Miró alrededor, y lo primero que encontró fue, a sólo unos metros más allá, a una Jeongyeon temblorosa, recostado de espaldas a élla, escuchaba su respiración asfixiada.

— ¡Jeongyeon!

Fue hacia élla apenas corriendo, ya que seguía sintiéndose débil y fueron sólo un montón de pasos rápidos y temblorosos.

Cargó a la menor en brazos, girando su cuerpo para abrazarla contra su pecho, la más rubia respiraba de forma horrible, parecían leves chillidos que poco hacian para sus pulmones, temblaba de forma furiosa y sus ojos dejaban fluir lágrimas constantes, sus manos estaban sobre su cuello en un gesto doloroso.

— Jeongyeon, Jeongyeon, necesito que respires bien, vamos... — rogó Mina mirando sus ojos, que estaban algo perdidos, su compañera simplemente estaba a punto de morir de pánico y miedo—. Jeongyeon, vamos, mírame— sus miradas se encontraron, y Mina se rompió un poco por dentro al ver sólo pánico y miedo arruinando los bonitos ojos de la menor.

Jeongyeon negó, no estaba funcionando, estaba demasiado asustada, sentía como si estuvieran aplastando sus pulmones, no podía respirar, aún en su mente se revivían las imágenes desesperantes de estar ahogándose, busco la mano de Mina y la apretó con fuerza.

Le rogó que la ayudara con la mirada, porque en verdad ya no sabía qué hacer, no había forma de estar tranquila.

— Jeongyeon, mierda... — Mina se apartó de élla, dejándola en el suelo, la menor tiró de su mano, para que no lo dejara—. No voy a dejarte— dijo la mayor, su voz estaba más grave de lo normal, acercó su rostro hacia élla, rozando sus narices, al hablar sus labios se tocaron—. Relájate un poco— murmuró, su mano escapó del agarre de la menor y fue hacia su mentón, alzándolo para tirar su cabeza hacia atrás, su otra mano cubrió su nariz, finalmente, juntó sus labios, entreabrió la boca de Jeongyeon y expulsó el aire con suavidad, no necesitó soltarlo todo para ver qué sus mejillas se habían inflado y élla seguía desesperado por aire —. Respíralo, sigue el ritmo, o respirare por tí— dijo la mayor, al ver que la más rubia no había dejado pasar el aire—. Va de nuevo, Jeongyeon— avisó, antes de juntar sus labios de nuevo, la menor abrió su boca, controlando los espasmos que no lo dejaban llenar sus pulmones, sin hacer nada, dejando que pasará lo que tenga que pasar, sintió el aire de Mina llenar sus pulmones, para luego apartarse—. Exhala— exigió la mayor—. Despacio.

La mano que sostenía su mentón fue a su pecho, y sintió este bajar con temblorosa lentitud.

— Y-Yoo- — su voz sonó temblorosa y aún asfixiada, la mayor la interrumpió instantáneamente.

— No hables— colocó su mano en su mentón de nuevo—. Una vez más y lo harás sola, Jeongyeon, vamos— tiró su cabeza hacia atrás y volvió a juntar sus labios, repitiendo lo mismo, vió el pecho de su compañera elevarse, al separarse, Jeongyeon exhaló con tranquilidad, sus ojos se encontraron de nuevo, la mayor parecía suplicar con la mirada, llevó una mano a su nuca— Inténtalo— pidió Mina con suavidad, y Jeongyeon la miró mientras tomaba una profunda inhalación de aire, vió las silenciosas lágrimas rodar por sus pálidas mejillas, su sonrisa y su mano acariciando su rostro—. Ya, exhala.

Obedeció a Mina en sus órdenes tan básicas de cómo respirar, hasta que se sintió mejor, hasta que su pánico pasó y pudo respirar con regularidad, y asintió para la mayor para darle a entender que ya estaba bien.

La mayor volvió a alzarla en brazos, tomó su rostro y unió sus labios en un beso de verdad esta vez.

Sus labios se reconocieron con lentitud, rozando cada punto de su pareja, Mina seguía llorando en silencio, aunque Jeongyeon acercó sus manitas a sus mejillas para borrar las lágrimas, mientras se hundía más en sus suaves belfos.

Sus lenguas se encontraron, tocándose con la misma suavidad, calmando su amor y su miedo.

Sus frentes se unieron, los hombros de Mina temblaron de llanto, y Jeongyeon la abrazó, dejando que se esconda en su cuello.

— Ya... Ya pasó... — murmuró, mientras frotaba la espalda de la mayor—. Estoy aquí, Mina...

— ¿P-Por qué? ¿Por qué haría esto? —murmuro entre llanto la mayor—. Él es cruel...

Jeongyeon la dejó llorar, abrazándola, mientras buscaba la respuesta.

— Porque quiere enloquecernos.









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No lo intenten, no se la hace respiración boca a boca a alguien que no está inconsciente, but this is wattpad uwu

Lovely | 𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠𝐦𝐢 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora