Ausencia

2.4K 172 70
                                    

Con una sonrisa desbordada de felicidad, Miguel se encontraba preparando el pequeño salón que rentó con mucha anticipación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con una sonrisa desbordada de felicidad, Miguel se encontraba preparando el pequeño salón que rentó con mucha anticipación. Gracias a la ayuda de Mirabel y Honey Lemon, el lugar quedaba espectacular con esas decoraciones en forma de corazón, de variados tonos rosados y rojos. El moreno se apresuraba a amarrar bien los globos en el marco de la puerta, mientras que el resto de los chicos ayudaba con las manualidades.

Se bajó de la escalera pequeña y dio un último vistazo a las decoraciones. Sonrío satisfecho por el trabajo grupal y rápidamente se dirigió afuera para recibir a la camioneta que transportaba a los Mariachis que lo acompañarían en su humilde regaló para el greñudo, pero su amado Hiro Hamada. Aquel que lo traía un poco loco, que digo, MUY loco.

Después de un cálido saludo, Miguel ingreso a los Mariachis dentro del salón y entonces aviso a los presentes que el momento de la sorpresa había llegado. Todos los presentes se permitieron hacer un pequeño festejo, emocionados por la reacción que Hiro tendría. El Rivera concluyó su mensaje y se dirigió rápidamente a la plaza a pocos metros del salón, plaza donde cito a Hiro.

Sumamente entusiasmado, se permitió buscar con la mirada a la cabellera greñuda de su novio. Realmente poco le importo la mirada de los ajenos a él, en la plaza, pues no era del todo normal que llevará un traje de Mariachi. Incluso una anciana le pidió una canción, que él negó por supuesto, pero amablemente la invitó al salón. Aún sin encontrar a Hiro, decidió tomar asiento en una banca.

Está bien, ya no tardaría.

Una inquietud se instaló dentro de Miguel pasados los 15 minutos exactos, sentado ahí, pero inquietud que se borró con prontitud al recordar lo impuntual que Hiro solía ser, casi era parte de él. Llevó sus brazos a su cabeza para que fueran como una almohada, relajando su cuerpo mientras silbaba la primera canción que se le venía a la cabeza.

25 minutos y no había rastro de Hiro.

Ok, ya se tardó, incluso más de lo inusual. Un tanto nervioso saco su teléfono de su bolsillo trasero y fue directo al chat que mantenía con Hiro. Envío un mensaje preguntado que había pasado, pero en lugar de una respuesta, recibió un casi perpetuo "silenció." Mordió la uña de su dedo gordo, a la par que su pierna de movía con nerviosismo. Esperaba respuesta, pero aún no había nada.

Llamó, pero nadie contestó.

Sin embargo y de pronto, el mensaje de Hiro apareció en su pantalla. Miguel rápidamente lo leyó y todas sus expectativas se habían ido en caída, una más drástica y desalentadora que la de una montaña rusa.

Mi greñudo. ❤️
Perdón Miguel, no voy a poder ir.

Logró sentir como su corazón se paró por un momento, dejando de latir fugaces segundos. La alegría que le invadió desde que despertó, se esfumó completamente al leer ese mensaje. Sus ojos se humedecieron sin siquiera que Miguel lo notará. Su boca se secó completamente y fue cuando se permitió soltar un par de lágrimas.

⸺¿Estás bien?⸺Una voz ajena, proveniente de atrás de Miguel, desconcertó a este mismo, limpiando sus lágrimas de inmediato con la manga de su traje rojo. Sonrío débilmente y fue cuando el Madrigal imaginó lo peor.

⸺¡Miguel!⸺Fue ahora Mirabel quien se acercó al nombrado, sorprendida observo los ojos llorosos de su mejor amigo y fue entonces cuando sin dudar, lo abrazo fuertemente. ⸺¿Qué pasó?

⸺H-hiro.⸺Su voz se quebró. ⸺N-no va a venir.

El 14 de febrero, dejando plantado a su Novio, Hiro no se presentó en el lugar y sin siquiera decir la razón.


N/A:

Tenía muchas ganas de hacer un fic con esta temática.

Los capítulos serán cortos, pues quiero exponer la situaciones de la manera más breve y concisa.

De una aviso que no pago terapias XD

¡Nos leemos luego! <3

Culpable | Higuel & Camiguel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora