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XI

-No creo que sea algo físico...- el doctor puso su mano fría sobre mi frente e hizo una mueca- tal vez solo esté deprimida-

-Pero... ¿que pasa con el gobierno? ¿No vendrán por ella?- mi pareja miró al doctor y luego me miro a mi preocupado

-No lo creo, es solo temporal, podemos darle antidepresivos, puede ir a comprar té, puede buscar algo con que enfocar su mente y no preocuparse de lo que pasa alrededor, no lo se, hay muchas cosas para contrarrestarlo- ambos hombres me miraron y uno de ellos suspiró-¿sigue con el vomito?-

-No lo se, yo me voy en las mañanas y no se lo que hace cuando no estoy-

-Bueno, tendremos que también darle una dieta rica el proteínas y carbohidratos para evitar que baje mucho de peso... porque si supera el limite de delgadez frente al gobierno, este vendrá y la matará... no queremos que eso pase... es nuestra única esperanza-

-¿Crees que tenga que llevarla al núcleo?-

-No, aun no, hay que esperar a que... a que se embarace...- trate de abrir los ojos y cuestionar a ambos pero estaba cansada y apenas y puedo abrir los ojos y prestar atención -tienes que cuidarla Theo, no podemos arruinar esta oportunidad- escuche a mi pareja suspirar y mi mirada se desenfocó por un corto tiempo pero luego pude verlos a ambos en mis pocos momentos de lucidez

Me llego un poco de energía y con ella abrí los ojos y trate de pararme sintiendo que tenía muchas cosas que hacer... pero al pararme una tibia mano se puso en mi hombro y otra en mi frente haciendo que mi tenso cuerpo se relajará lentamente.

-¿Cómo te sientes Tamara?- preguntó mi pareja haciendo que abriera un poco los ojos para verlo con el ceño sumamente fruncido.

-Como desde que llegamos aquí- susurre recargando de nuevo la cabeza en el descansabrazos pero sin cerrar los ojos viendo los movimientos de ambos casi como si mi vida dependiera de ello.

-Mi trabajo... esta hecho- dijo el doctor detrás de él para guardar sus cosas en una mochila negra. Mí Pareja no lo acompaño a la puerta ni dijo nada cuando se fue, solo se quedo sentado en el piso, justo alado mío para poder jugar con mi cabello. Esto era extraño, pero mi corazón por alguna razón corría como si hubiera corrido kilómetros al tenerlo tan cerca mío.

-Dormiste casi todo el día, pensé que habías entrado en coma- yo fruncí el ceño pero a los pocos segundos el llevo su mano a mi frente e hizo que mi ceño se hiciera lizo pasando su dedo sobre el

-No hay porque preocuparse de mi- dije en un susurro cuando el silencio empezaba a tener otro significado gracias a nuestras miradas- solo somos unos chicos los cuales tienen que vivir en un mundo extremadamente... extremo- me sentí estúpida cuando el dio una leve carcajada pero mi corazón se paró justo cuando se acercó a mi

-Eres como una niña...- susurro aun mirándome a los ojos -piensas que no hay otra manera de que el mundo cambie, piensas que todos estamos atados a una pared, pero no te das cuenta que es invisible y lo que te ata son cadenas de aire- suspiro y miro todo mi rostro creando sentimientos encontrados en mi; por un lado quería quitarlo... pero por el otro...

-No soy una niña- el sonrió de nuevo y mordió su labio inferior aun con una sonrisa

-He notado que te gusta mucho retarme aunque sepas que yo tengo la razón- no quería hablar, quería que me besara en ese preciso instante y necesitaba provocarlo... solo un poco.

-He notado que te calienta que te rete-

Esa noche dormimos en el sofá, uno encima de otro... desnudos y completamente cansados. Ya se imaginan lo que paso. Pero antes de cerrar los ojos aquella noche, la ultima conversación se quedo en mi cabeza hasta la mañana siguiente.

-¿Por qué piensas esas cosas de mi?- pregunte mirándolo aun recargándome sobre su pecho, el suspiro y se negó a mirarme.

-Simplemente porque piensas que el gobierno lo tiene todo controlado. Piensas como todos... les tienes miedo a los hombres con armas de juguete- fruncí el ceño

-Yo no soy como todos...-

-Nunca te dije que lo eras, solo dije que pensabas.- me miro en un intenso momento en el que mi piel se puso de gallina y tuve que desviar la mirada y acostarme completamente sobre el.-Ojalá supieras lo especial que eres, así cambiarías un poco sobre la idea que tienes de este mundo- el susurro eso justo en el momento en el que caí dormida y todo solo son pedazos de lo que dije o pudo haber dicho el

-¿Algún día me llevaras a tu casa de la infancia?-

-Todavía no...-

-Estoy empezando a tomarte cariño...-

-No se que haría sin ti-