IX

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Hoy si, era el día.

Estaba nerviosa, lo único que pasaba por mi mente era lo que pasaría después. Mi generación era la única en la que todos se casaron bajo en estricto y nuevo régimen del gobierno y me sentía que después de nosotros todo iba a ser recto y lleno de miedo.

El estaba nervioso desde hace dos semanas, se la pasaba hablando por teléfono y tratándome como "muñeca sexual" pero no me quejo, yo alguna vez también se lo hice...

Yo, simplemente estaba rara, no podía concentrarme y mucho menos sabiendo de que he tenido que cambiar la fecha CUATRO veces.

Esa mañana mi hermana me ayudo con el vestido y todas esas cosas ya que yo no tenía amigas... el vestido era simple y blanco, me llegaba hasta la rodilla y era muy los años cincuenta, me había planchado la gran masa de pelo que tenía y me había maquillado completamente haciéndole lucir mayor... y me gustaba, tenía unos lindos tacones de plataforma blancos y el resto de la magia la tenía yo. Algo en mi pecho vibraba y me hacia temblar... estaba nerviosa y lo sabía, simplemente no quería admitir que me iría y menos a mi misma.

No había iglesia, no había violines ni un pasillo lleno de pétalos de rosas ni un pastel con muñequitos de plástico y mucho menos el gran banquete que se tiene después. Solo éramos el, yo, mi hermana y el notario.

En este mundo ya no había espacio para las grandes celebraciones ni para las bodas religiosas ya que la religión se había prohibido gracias a que el gobierno pensaba que eso marcaba diferencias entre la gente y que esa era la razón número uno para la creación de una guerra: Ser y pensar diferente.

Cada quien dijo lo que tenía que decir y al final firmamos un papel... nada mas, esa fue mi boda.

-Te ves hermosa Tammy- susurro Kimmy cuando todo termino, sonreí y la abrase

-Gracias linda- no se porque empece a llorar, así que deje que mi mente se explicara sola- pero me hubiera gustado haber usado el vestido de mamá- ella sonrió y antes de poder reírme a su lado un estruendo se escucho atrás nuestro acompañado con un grito de mujer y lloriqueos masculinos. Mi hermana y yo caminamos hacia la entrada de la casa y miramos por la ventana de la puerta como dos oficiales tomaban a un hombre y a una mujer, ambos maduros, y los ponían de rodillas

-¡¿Donde está?!- gritó un tercer hombre, alto, cabello dorado frito y una GRAN protuberancia debajo del ojo derecho, ambos personajes se miraron y la chica entro en pánico cuando su acompañante contesto

-¡No sabemos de quien hablas!- el oficial que estaba detrás de el alzo el arma y galo el gatillo, todo en un segundo. Le tape los ojos a Kimmy mientras ella se aferraba a mi mientras empezaba a llorar contra mi abdomen.

El hombre cayo inerte creando que la mujer gritara como una desquiciada y yo mire la escena horrorizada.

El hombre la miro y tomo su cara fuertemente con una mano y mi pulso se aceleró ¿que no eran los que nos habían mostrado la casa hace algunos meses?

-Escúchame bien porque no tendrás una segunda oportunidad...- susurro el hombre mientras la mujer asentía desesperada -¿donde esta la chica?- el rostro se me cayo al notar que la mujer miraba hacia la casa, más específicamente, hacia la ventada donde yo la miraba, negué asustada y quite ambas manos de mi hermana para posarlas rápidamente contra la ventana

-¡No lo digas!- grite despertada y sentí a mi hermana aferrarse mas a mi

La mujer abrió la boca y susurro algo que no puede entender, el hombre asintió y rápidamente saco su propia pistola, pero había algo deferente en ella...

¡BOOM!

Vi un intenso rojo salir de la cabeza de la señora y luego su cuerpo caer ¡es una maldita pistola de verdad!

El hombre guardo su pistola dentro de una funda negra y empezó a caminar hacia la casa y un inmenso sentimiento de pánico me inundo

-¡Kimmy!- tome a mi hermana de los hombros y ella empezó a llorar- ¡busca a mi pareja, cuéntale lo que paso y dile que encienda el auto!, ¡estaré allí en cinco minutos! ¡¿de acuerdo?!- mi hermana asintió y salió corriendo hasta el patio, volví mi mirada hacia la calle y note que el hombre estaba frente a la acera llamando por teléfono y no se veía muy feliz, mi instinto fue cerrar la puerta con seguro y poner el sofá frente a la puerta, y así lo hice

-¡Tamara!- escuche el grito molesto de mi a pareja detrás mío y lo primero que hice fue enfurecerme

-¡¿Que haces aquí?! ¡Le dije a Kimberly que te dijera que te fueras al auto!-

-¡¿Se podría saber que estas haciendo?!-

-¡Hay un hombre afuera! ¡Mato a los vecino y ahora esta frente de casa! ¡Tenemos que salir de aquí!- el frunció el ceño y rápidamente fue hacia la ventana para verlo por si mismo

-Maldicion...- el me miro preocupado y fue corriendo de nuevo hacia el patio, pero esta vez, seguido por mi- llama a Kimmy, dile que no vaya al garaje, dile que vaya al sótano. Hay una puerta debajo de las cajas vacías de la mudanza, allí hay comida, agua y cobijas para una semana, enciérrense allí y no le abran a nadie, yo tengo una llave, la otra esta sobre el marco de la puerta de la entrada al sótano, úsenla para entrar- pare de correr y lo mire confundida

-Sabes quien es ¿cierto?...- el me miro y estuvo apunto de responderme, pero de nuevo, se dejo sus secretos solo para el

-Te lo contare luego... por favor, ve por Kimmy- el saco su celular y le llamo a alguien mientras que yo me fui por diferente camino y busque a mi hermana

-¡Kimmy!- grite cuando me encontré fuera. La encontré debajo de mesa donde solíamos desayunar las mañanas de domingo. Ella estaba completamente en shock y sin poder dejar de llorar- Ven nena, es hora de irnos-

-No se donde esta... no pude encontrarlo...- susurro mientras las lagrimas corrían por sus mejillas haciendo que yo también quisiera llorar, pero tenía que ser fuerte...solo por mi hermana... y por el.

-Tranquila Kimmy- susurre acariciado su cabello- el esta bien, me lo encontré mientras venia hasta acá... dijo que fuéramos hacia el sótano, allí estaremos seguras- alzo la vista y empezó a deslizarse por debajo de la mesa hasta salir completamente. Tome su mano y empezamos a correr hacia las escaleras.

Las escaleras de la casa eran blancas y tenían una pared falsa de madera blanca donde había una puerta casi invisible de no ser por su picaporte y su marco que estaba pintado del mismo color que toda la pared: blanco.

Solté a Kimmy un segundo y me pare sobre las puntas de los pies para toquetear la superficie del marco de la puerta buscando la llave que el me había dicho que estaba allí

-Tammy...- puede escuchar que me llamaba pero no le preste atención, ya que mi cerebro estaba concentrado en la llave

-Aquí estas...- susurre al sentirla y cuidadosamente la baje de allí - Vamos- volví a tomarla de la mano y corrimos escaleras abajo. Tiramos todas las cajas que había sobre el piso hasta que encontramos una puerta camuflada en el piso. Era de metal, pude notar. Abrí la cerradura y deje que Kimmy entrara primero

-¡Vamos entra!- gritó ella mientras alzaba su mano hacia mi, pero yo miraba hacia todos lados...

-Si, solo...- respire cortamente y mire de nuevo a Kimmy- tengo que ir por el...-

-¡¿Que?!- gritó ella -¡el dijo que nos alcanzara! ¡No te preocupes!... ¡Entra, por un demonio!- mordí mi labio y puse los ojos en blanco. Negué súbitamente

-No...- dije y a ella se le descompuso la cara y por poco vuelve a llorar-Iré por el, cerrare la puerta por si algo malo ocurre, pero recuerda, yo soy la que tiene la llave y nadie mas puede abrirla ¿entendiste?- ella rápidamente asintió y se metió desapareciendo en la oscuridad, cerré rápidamente la puerta y subí las escaleras pero cuando pensé que todo seria como en las películas...

-¡¿Donde esta, Theo?!-

-¡¿Acaso piensas que te lo diré?!-

-¡Si!... Si valoras tu vida-

Lo tenían, el hombre lo tenía

If you're reading this its too late 1.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora