XX

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Estaba asustada, no sabia si salir y sacrificarme por el... o hacer lo que él dijo que hiciera: esconderme.

-No lo volveré a repetir...- sentenció el hombre haciendo que sus dientes chillaran con tal fuerza que se escuchaba del otro lado de la puerta

-Pues repítelo... ya se me olvido que es lo que quieres- la voz de mi de mi pareja se escucho, estaba tranquilo y confiado de que yo estaba a salvo...

-Voy a meterte una bala en la cabeza ¡¿es eso lo que quieres?!- supuse que sonrió porque su repuesta así lo ameritaba

-Sabes que no puedes matarme...- el hombre gruño y supongo que guardo si arma donde se suponía que la guardaba

-Sabes que podemos llenar de bombas este estado en solo un abrir y cerrar de ojos ¿verdad?-escuche un golpe sordo y la respiración de alguien acelerarse- dime donde esta la chica... o no me importara que me fusilen por haber matado a un rebelde con la orden de no matarlo tatuada en la frente - todo se quedo en silencio, aun podía escuchar el latido de mi corazón contra mi pecho y las uñas perforando la piel de las palmas de mis manos. Todo era un silencio de sentencia; lo que el vaya a decir sentenciara a alguno de los dos... y eso no era bueno.

-Lastima...- se escucho como estas palabras rompían el silencio - porque si me matas...matarías a la única persona que sabe donde esta el núcleo, matarías a la única persona que sabe donde esta ella... y matarías la única oportunidad de tu gobierno tiene para no caer. Olvida el fusilamiento, métete en la cabezada la dolorosa muerte que te darán... solo piensa tu sangre pintando el piso del juzgado y solo piensa que dejar de respirar será lo mejor que te puede pasar...- el hombre empezó a respirar rápido y no tardo ni un segundo para que se escuchara un quejido proveniente de mi pareja

-Vas a traerme a la chica- susurro el hombre entre pausas mientras mi pareja se quejaba una y otra vez- vas a mostrarme donde esta el núcleo y acabaremos con esta estúpida pelea de niños... tienes una semana ó si no te buscare y me encargare que mueras de la manera mas lenta y dolorosa posible... mientras ella observa

Sentí que algo pesado callo al suelo y la puerta de la entrada cerrarse. Me quede inmóvil esperando a que algo me diera la señal de que no había nadie mas allí.

-Tamara...- escuche que él decía mi nombre en un quejido y mi cuerpo, aun sabiendo que el se enojaría y que yo lo arrumaría todo, me obligo a salir y a ir por el

-Madre mía...- murmure y corrí hasta el para tirarme a su lado.

Su rostro estaba hinchado y su ojo izquierdo negro y con un hilo de sangre corriendo en su mejilla, tenía ambas manos tomando su estómago y podía escuchar su pesada respiración

-Tenemos que irnos...- susurro tomando mi mano pero yo negué asustada

-No podemos irnos, nos buscarían y nos encontrarían en dos días. Además a Kimberly se le empezara a notar el embarazo y será más difícil escondernos... No hay a donde ir- me calló de golpe tomando mi otra mano y apretándola firmemente, dándome un poco de esperanza.

-Hay un lugar Tamara...-

If you're reading this its too late 1.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora