Monster Ultra Paradise || Willgan

🔥|¿F-Fargan?

Empujó los dedos más profundamente, por su mente corrió que estaba a punto de follarse a sí mismo con una lata de monster ultra paradise. 

¡¿Que demonios?! 

El cuarto dedo fue lo suficientemente fácil, el ruido resbaladizo que generaba el lubricante cada vez que que empujaba hacía adentro causaba que Willy gimiera desesperado. 

Los sacó de repente, apretando los puños en las sabanas mientras gimoteaba. 

Su mano se estiró a través de la cama hacía la lata verde, recogiéndola y mirándola con decisión, ya estaba demasiado metido para poder detenerse. 

La cubrió con lubricante antes de regresar a su posición original, con las piernas abierta y empujando hacia él mientras con su brazo presionaba la pase contra su entrada, vaciló levemente, alejándose por un segundo antes de escuchar una voz. 

—Dios mío, Willy, ¿en serio estás tan desesperado? 

Los ojos del rubio se agrandaron en cuánto escucho la voz, miró rápidamente hacía la puerta encontrándose con Fargan, un escalofrió recorrió su espalda. 

—¿Cuánto...tiempo llevas ahí parado? 

Willy logro no tartamudear, con la lata todavía presionada firmemente contra su entrada mientras Fargan no le quitaba la vista de encima, estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa pícara en los labios. 

—El suficiente tiempo para saber que no te detendrás -rio entre dientes, quitándose del marco de la puerta encaminándose hacía Willy- 

—Te ves tan jodidamente lindo así -se mordió el labio miran al rubio con lujuria- quiero atarte y hacerte suplicar por más, perrita...

—...-los ojos del menor se agrandaron ante aquellas palabras, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo gimiendo inconscientemente en voz baja-  Caja. Debajo de la cama. 

La lata se quedó quieta pues ya no la empujaba hacía adentro, pero sin alejarse, Fargan metía la mano debajo de la cama para encontrar una caja mediana de un color vino y con un diseño de encaje hermoso a la vista. Empujó la tapa y se quedó boquiabierto. 

Había muchas cosas, cuerdas, diferentes tipos de plug,  un látigo, y entre otras cosas que no conocía del todo. 

Pero  lo que más llamo su atención fue un vibrador a control remoto que parecía estar hecho para ser colocado en la cabeza de una polla.

Pero eso fue para otro día. 

—¿Quieres que te ate, baby? -preguntó el moreno, frotando lentamente el muslo de Willy con lentitud, con su otra mano buscaba en la caja sacando un trozo de cuerda perfectamente enrollado. El rubio asintió con la cabeza perdido con las sensaciones de las caricias que recibía, Fargan negó con la cabeza- necesito palabras, baby 

—Si. Átame. 

Y Fargan no podría haberse movido más rápido. 

Desenredó la cuerda larga, y cuando el menor iba a decirle cómo empezar a atarlo, el moreno lo hizo callar. 

—Sshh! Sé lo que hago, no preocupes tu pretty little head -sonrió de lado acercando su boca al cuello de Willy haciéndole un chupetón que se quitaría en unas horas- 

Willy gimió ante eso, ahora sus muslos y pantorrillas estaban atados juntos mientras Fargan repasaba las "reglas".