siete.

378 79 5
                                    

Día siete.

Jisung estaba feliz de estar parado en la esquina con esa señal en su mano. Ya no era vergonzoso porque no estaba solo. Kun estaba con él. Hablaron de todo tipo de cosas, como ayer.

—¿Pensó seriamente que las alas de cartón funcionaria?

Kun se encogió de hombros. —Si, que tonto. Termine con un brazo roto y la confianza dañaba —Se rió entre dientes. —Pero éramos niños. Todos los niños hacen estupideces. Ahora solo miramos hacia atrás y nos reímos.

—Eso es tan agradable —Jisung en realidad se estaba olvidando de la señal de ABRAZOS GRATIS mientras hablaba con Kun. Realmente disfrutó la compañía del otro.

—¿Entonces ustedes dos todavía son amigos?

—Claro que lo somos —A Kun realmente le justaba hablar con Jisung. Fue tan agradable. Se rieron y compartieron sonrisas. Era como si estuvieran tan cerca en tan solo un par de días. Fue maravilloso.

—Entonces, um ... Sobre los abrazos gratis ... ¿Puedo tener uno?

Jisung miro a Kun y vio que estaba avergonzado por pedir un abrazo.

—Bueno, supongo que ya no somos extraños, así que no sería extraño, ¿verdad?

—¿Así que puedo tener uno? —Kun desvió su mirada hacia un lado. Nunca antes había pedido un abrazo. Se sentía inusual para él.

—Puedes pero aun no —Jisung tuvo una idea. —Espera hasta que se acabe el tiempo.

Kun no entendió. —¿Por qué tengo que esperar tanto?

—Bueno, mi compañero de cuarto hizo una apuesta con un amigo nuestro para que me abrazaran durante mi castigo. —Jisung explico —Quiero que pierda la apuesta.

—Oh, está bien, entiendo —Kun pensó que era muy divertido. —Esperare hasta que el tiempo se agote.

Sin saberlo el uno al otro, ambos esperaban que el tiempo se acelerara. Querían abrazarse, seguro de que sería una experiencia muy agradable. Jisung siguió revisando su teléfono por el tiempo, sintiéndose ansioso ya que quedaba cada vez menos de su castigo. Y cuando ese tiempo finalmente termino, dejo caer el cartel y se dirigió a Kun.

—Se acabo el tiempo.

Kun miro a Jisung con una sonrisa. —Tu compañero de cuarto perdió su apuesta.

—Si, seguro lo hizo.

Con una amplia sonrisa, Jisung abrió los brazos, sin preocuparse por las personas que caminaban junto a ellos. ¿A quién le importaría si alguien miraba?

A pesar de sentirse avergonzado por esto, Kun se acerco a Jisung y lo envolvió con sus brazos. Sintió los brazos de Jisung rodear su cuello, envolviéndolo en un cálido abrazo.

—Esto es raro, pero eh ... se siente bien.

—Si estoy de acuerdo.

Después de un largo y cálido abrazo, Jisung se separo, sintiéndose incomodo.

—De todos modos, se que hemos sido amigos de la esquina por un par de días, pero... —Levanto la mano para rascarse la nuca nerviosamente. —¿Me acompañarías a tomar un café?

Una sonrisa se dibujo en los labios de Kun.

—Claro, eso me gustaría.



fin.

hugs ✧ kunsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora