cinco.

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Día cinco.

Hoy no se veía bien. Jisung le había preguntado a Jaemin si podía quedarse en casa hoy, pero le habían negado. Quería quedarse porque estaba bastante nublado. Parecía que iba a llover. Cuando Jisung se destaco en la esquina, no había mucha gente fuera. La mayoría de las personas probablemente se quedaron adentro para evitar la inminente lluvia. Después de apróximadamente una hora, la vereda estaba bastante desnuda. Los coches aun pasaban pero nadie caminaba.

Jisung solo quería darse por vencido e irse a casa cuando sintió que las primeras gotas de lluvia caían sobre él. La lluvia seguramente no perdió el tiempo. Algunas gotas se convirtieron en una ligera llovizna. La llovizna se convirtió en lluvia constante. Poco después, se convirtió en un fuerte aguatero. Jisung se estaba empapando. Bajo la mirada y suspiro, sosteniendo el cartel cerca de su pecho como si su cuerpo pudiera protegerlo un poco de la humedad.

No se hizo evidente que no estaba solo hasta que la fuerte lluvia dejo de caer sobre él, pero siguió atacando todo lo demás. Levantando la vista para mirar hacia arriba, Jisung encontró un gran paraguas negro sobre su cabeza. Mirando a un lado, se sorprendió al ver al hombre rubio. Incapaz de salir de su estado de sorpresa de inmediato, los ojos de Jisung observaron la apariencia del rubio ahora que estaba tan cerca y no al otro lado de la calle. El rubio era más bajo que él y bastante delgado, su piel era pálida y clara, como la porcelana. Sus ojos oscuros eran como el chocolate, mirando a Jisung mientras sus ojos eran un poco rosada. ¿Estaban sus ojos irritados? ¿Se acaba de despertar? ¿Había estado llorando?

—Si solo vas a seguir mirándome, me iré porque es algo incomodo. —advirtió el hombre rubio.

Jisung volvió a la realidad y rápidamente desvió la mirada.

—Lo siento, no quise mirar fijamente.

En silencio se aclaro la garganta, tratando de pensar en algo que decir.

—¿Que te trae por aquí bajo la lluvia?.

El rubio suspiro suavemente.

—Tu, en realidad.

No iba a inventar una excusa para estar aquí en este momento. —Te he visto aquí varias veces y pensé que podrías estar aquí otra vez. Pensé que sería agradable y te traería un paraguas.

Jisung miro al rubio más bajo de nuevo y levanto las cejas en cuestión. —¿En serio? ¿Me trajiste este paraguas?

—Bueno, sí. No creas que voy a estar aquí contigo todo el tiempo. —La mejillas del hombre rubio se tornaron de un color rosado, probablemente avergonzado por haber hecho un acto tan amable por alguien que ni siquiera conocía.

—Me devuelves mi paraguas más tarde. ¿Estarás aquí mañana?

—Espera, estás hablando en serio? —Jisung se quedo estupefacto. Este extraño le prestaba su paraguas, Que amable.

—Si, hablo en serio. Ahora responde la pregunta. –El rubio más bajo parecía estar un poco cansado, como si solo quisiera acurrucarse en la cama y dormir por el resto del día.

—¿Estarás aquí mañana? —Repitió.

Jisung sostuvo el cartel con una mano y envolvió los dedos de su otra mano alrededor del paraguas, tomándola con suavidad. —Si, estaré aquí.

—Te veré mañana entonces. —El hombre rubio salió de abajo del gran paraguas, dejando que la lluvia cayera sobre él.

—¡Espere! —Jisung realmente necesitaba saber. —¿Cómo te llamas?

El rubio miro de nuevo a Jisung por encima del hombro. —Soy Kun.

—Kun. —A Jisung le gusto como sonaba. —Soy Jisung.

Kun se metió las manos en los bolsillos.

—Te veré mañana, Jisung.

Con el paraguas dejado con él, Jisung observo a Kun alejarse bajo la lluvia torrencial. —Kun... —dijo en vos baja el nombre del rubio una vez que estuvo solo de nuevo. Que buena persona

hugs ✧ kunsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora