cuatro.

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Día cuatro.

Jisung dejo escapar un profundo suspiro mientras hacía todo lo posible por evitar el contacto visual de nuevo. ¿Por qué no podía Jaemin hacer que hiciera esto por un par de días? ¿Por qué tenía que ser una semana entera? Agachándose un poco los hombros, Jisung mantuvo un ojo hacia fuera para el hombre rubio. ¿Se sentirá mejor hoy? ¿Todavía estaría enojado? ¿O estaría triste otra vez?

—Señor, ¿por qué está sosteniendo ese cartel? —una niña le pregunto a Jisung, con una dulce inocencia en su tono. —¿Te gusta dar abrazos?

Jisung le sonrió a la niña, haciendo todo lo posible para que no pareciera un estúpido.

—Los abrazos hacen del mundo un lugar mejor —Le dijo a la niña —Los abrazos hacen feliz a la gente.

Hubo una ligera llamada, de una mujer llamo la atención de la niña. Pero la niña se limito a sonreírle a Jisung. —A mi mamá le gustan los abrazos. Me abraza un montón.

Eso trajo un poco de alegría a Jisung. Fue dulce.

—Tal vez deberías darle un abrazo en este momento. Estoy seguro de que eso le gustaría.

—Esta bien, adiós señor. —La niña saludo amablemente y corrió hacia la mujer que la llamo, claramente su madre.

Jisung se rio y volvió a mirar hacia la parte de enfrente. No había visto ninguna señal del hombre rubio hoy. ¿No iba a pasar el día de hoy? Tal vez tenía otras cosas que hacer que no requerían que caminara por allí. Fue una sensación extraña para la experiencia de Jisung, ya que el hombre rubio lo decepcionó al no aparecer en unos minutos.

Esperando las tres horas enteras, Jisung nunca vio al hombre rubio hoy. Fue extrañamente triste. Al final de las tres horas, regreso a casa. —¡He vuelto, Jae! —Llamo cuando entro. —¡¿Jae?!

—¡Estoy en la cocina, Sungie! —Jaemin volvió a llamar.

Mientras se dirigía a la cocina, Jisung se sorprendió al ver a Jaemin hacer la comida por una vez. —Oh, ¿no hay cenas congeladas hoy?

—No. Pensé que sería bueno tener una comida casera esta vez, ya que nunca probaste mis comidas. —Jaemin era muy bueno en la cocina pero Jisung nunca había probado los resultados. —¿Así que abrazaste a ese tipo hoy?

—No, no lo vi hoy. —Jisung se levanto de un salto para sentarse en el mostrador. —Y nunca dije que lo abrazaría.

Jaemin miro a Jisung con decepción. —Realmente necesitas abrazarlo, Sungie. Tu mismo dijiste que parece necesitar un abrazo.

—Un abrazo de un amigo o de un familiar. —Especificó Jisung. —Nunca dije que necesitaba un abrazo de mi parte.

—Solo piénsalo un poco. —Jaemin le dio a Jisung un guiño juguetón.

—Lo que sea, Jae.

hugs ✧ kunsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora