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g e o r g i n a;
Había llegado el fin de semana, y como cada sábado, Fran organizo una fiesta-reunion en su casa. Solo sería entre amigos, conmigo, Fran y su grupo de amigos más cercanos que le quedaron del colegio. Yo los conozco a todos y me llevo muy bien con ellos, ya soy una más de su grupo. La mayoría me trata como una hermana pequeña, excepto Gino.
Nuestras reuniones se basaban en tomar alcohol, drogarnos y escuchar música. Mientras charlamos entre nosotros de distintas pavadas, también solemos jugar algún juego de mesa o a las cartas. Así es como nos divertimos nosotros.
Yo estuve todo el día en casa de Fran, como siempre. Sobre todo, los sábados y domingos que no tengo escuela y ni loca me quedo todo el día con mi papá. Ya habíamos cenado y yo estaba terminando de prepararme en mi cuarto.
Aunque sea algo tranquilo y entre amigos, me quería poner linda porque sabía que iba a estar Gino. Nuestra relación es rara, siempre que él muestra intenciones que quiere algo más que sexo, suelo alejarlo. No es que no me gusta, o no sienta cosas por él. Simplemente me da miedo salir lastimada, arruinar mi amistad con Franco y los demás porque nuestra relación fracaso.
Ya sé que soy una pesimista, ya que podría suceder todo lo contrario, y nuestra relación podría ser perfecta. Pero, seamos realistas, las relaciones perfectas no existen. Siempre uno sale más lastimado que el otro, uno ama más que el otro. Y, basada en mi suerte, probablemente sea yo. No quiero arriesgarme. Tengo demasiadas cosas malas en mi vida, como para agregarle un sufrimiento más. No exagero cuando digo que otra decepción más, podría matarme.
Siento que verlo así, de vez en cuando, y que solo sea sexo, es mejor. Cuando él se aleje, por las razones que sean, no me dolerá tanto. Porque, es obvio que se va a alejar tarde o temprano. Solo soy una pendeja más, drogadicta y con muchos problemas. Puede encontrar muchísimas chicas mejores que yo. Y cuando eso pase, no va a dudar en alejarse de mi.
No soy de usar mucho maquillaje de todas maneras. Me gusta, pero no soy muy buena. Así que para no parecer un payaso, solo me maquillo un poco. Me puse rimel en las pestañas; delineador debajo de los ojos; un poco de color en la cara; y gloss en los labios. Me puse un vestido suelto, bastante cómodo color rosa pastel, que resaltaba un poco mis pechos. En los pies, tengo unas sandalias blancas con un poquito de taco. El cabello lo deje suelto, con algunas hondas naturales, y me hice dos pequeñas trencitas a los costados de mi cara.
Justo cuando estuve lista, escuché que Franco saludaba a algunas personas, y se escucharon más voces de varones. Me puse un poco de perfume y salí de la pieza, emocionada de ver a mis amigos. Hacia un par de semanas que no los veía, ya que la mayoría se había ido de vacaciones.
