XV(La advertencia)

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Has logrado tener una noche tranquila, por ello te levantas con ánimo .
Sin embargo a pocos minutos de haber despertado, escuchas el timbre de la puerta. Al abrir ves a un joven delgado con una bandeja en las manos, no sabes quién.

-Se... señorita, eh, esto se lo manda mi abuela.

Dijo mientras alzaba la bandeja en dirección a tí y bajando la cabeza.

Parecía sorprendido.
En ese momento caiste en cuenta de que solo llevabas puesta una camiseta que cubría hasta la mitad de tus muslos.

-Ah, por favor acéptelo, ella me regañara si se lo de entrego de vuelta con toda está comida...

Sin dudar más, tomas la bandeja y le agradeces.

-Sí, con... con permiso.

Cierras la puerta con la punta de el pie mientras sostenía la bandeja con ambas manos.

Piensas en qué quizás fuiste un poco imprudente con el chico.

Te despreocupas un momento para desayunar, realmente no habías ordenado nada pero te habían llevado un par de huevos con tocino frito, un pan tostado, un vaso de limonada y una taza de té. Sonríes inconscientemente al ver el gesto.

Una vez más te viene a la mente el recuerdo de Dabi mientras preparaba el desayuno, comienzas a presentir que el día no será tan fácil como lo esperabas.
Al terminar tu desayuno te preparas para partir.

Con las mejoras que lograste realizar a tu traje, le has dado un nuevo diseño.
Ahora era de un conjunto de dos piezas, un short color negro que llegaba a media mitad de tus muslos y una blusa de cuello alto que cubría la mitad de tu cara, esto con el fin de ocultar tu identidad.
Sustituyendo los botines por botas largas que llegan por encima de la rodilla ajustadas a tus piernas completamente a la medida.
Haciendo aún más visibles las afiladas hojas de metal en los guantes que usabas como herramienta auxiliar.
Las pequeñas franjas blancas ahora son extenciones capilares con fibra venenosa. Detalle que conseguiste en el sótano de Dabi.

Estabas lista para irte.
Las mejoras en tu traje bien son evidentes, poco después de abrir la puerta y dirigirte a la planta baja escuchas el sonido de un auto acercarse. No hay nadie detrás de el mostrador, saliendo rápidamente a ver de qué se trataba, te encuentras con un auto gris.
De repente frente a ti baja la ventanilla principal, dentro de él se puede observar un hombre con gafas y guantes negros.
Grita tu nombre con voz grabaré inclinándose las gafas para mirarte desde su lugar, volteas a verlo.

-Muchacha, creo que debería subir ya te están esperando.

Confundida haces caso, subiendo al auto en los asientos traceros y esperando que no sea una mala jugada.

Cómo tenías del rostro cubierto hasta la mitad, no podían reconocerte pero supones que esto ya se trataba de algo que tenía planeado Tomura.

Sin saber tu paradero el auto arranca.

T/n:¿A dónde nos dirigimos?

-Ah pero si te refieres a qué parte de la ciudad vamos.
- Pues claro a la que te han citado.

Estás confundida nada de esto te comento ayer por el teléfono el peliblanco, no estás muy segura pero no conoces la ciudad así que muestras la insignia que te dio.

- Oh niña,no es necesario que me muestres eso ya sé a dónde tenemos que ir, de hecho por si dudas de mí, la persona que me mandó hasta acá por ti fue el mismo "jefe" y si no confías tan solo espera que lleguemos y verás.
-Incluso puedes matarme sí al parar el auto desconoces el lugar.

¡Me prefiere a mí! -touya todoroki- (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora