Las almohadas iban y venían, risas por aqui y por allá, parecia la mejor noche de ambos.
"Oh por dios, me rindo. Ten piedad por mi", fingía estar muerto mientras sacaba su lengua, en señal de que se rendía.
"¿Por qué deberia?, tu me golpeaste más de tres veces en la cara y eso que no me queje", te sentaste en sus piernas, golpeando su pecho con la almohada que tenias en tus manos.
"¿No ves que ya me morí?", no me tortures más y déjame morir en paz", abria sus brazos, te sacaba la lengua victorioso.
Te bajaste de su regazo, acostandote a su lado dando una media sonrisa, hace tiempo que no pasaban una noche juntos, su trabajo de héroe le sacaba todo el tiempo y cuando se veían él solo queria dormir.
"¿Cuánto tiempo tenemos?", con curiosidad en tus ojos, acercando tu cuerpo al suyo.
"Dos días, es lo que la agencia me da. Lo bueno es que falta poco para mis vacaciones bebé", sonreía, mostrando sus dientes de tiburón.
"¿Solo dos?, que molestia", giraste tus ojos, ¿por qué las agencias son tan estrictas?.
"Lo siento bebé, pero no pienses en eso, pensemos en el aqui y ahora", besaba tu mejilla, dando una sonrisa mutuamente.
"¿Y cómo están los demás?, no los veo desde que estuve en la UA", veias como Kirishima pensaba si responderte o no, ¿por qué preguntabas esto justo ahora?.
"Supongo que... ¿Bien?, todos hacemos nuestro trabajo como podemos", robaba un beso de tus labios, sin queres explicar ni hablar sobre ellos.
"¿Volvemos a jugar a la guerra de almohadas?", te sentaste en la cama, dándole un puñetazo a su abdomen.
"¡Oye!... Dijiste guerra de almohadas, no de puños", sabias bien que no le habias hecho ni un mini rasguño, ese hombre era piedea pura.
"Pero oyeme, ¿cuándo te volviste tan fuerte?, tu mano esta más pesada", reia, mirándote con burla."Pues... Supongo que aprendí del mejor, ¿no crees?", rodeaste su cuello con tus brazos, acercándote más a él, dejandolos a solo centimetros.
"Si aja", sus brazos rodeaban tu cintura, dejando una pierna arriba de una suya.
"Espera... Ese soy yo, ¿no?", ¿en serio lo preguntaba?, a veces este hombre se comportaba como un niño."Claro que si, bobo", acortaste la distancia uniendo sus labios, sus labios eran tan suaves y dulces. Eran una adicción besar sus labios, Kirishima introdujo su lengua en tu cavidad bucal, volviendo el beso más profundo y pasional. Su cuerpo se posicionó encima del tuyo, pegando su cuerpo al tuyo pero sin aplastarte. El ambiente se volvia más candente, mientras ambos se quedaban sin aire y al fin se separaron.
"Te amo, te amo mucho, ¿sabias?", juntaba su frente con la tuya, tarareando una letra romantica. ¿No se cansaba de ser tan perfecto y romántico?
"Lo sé, me lo dices cada diez minutos", diste un beso en su mejilla, burlandote de él.
Agarró tus manos, colocandolas a un lado de tu cuerpo, un beso te interrumpió en lo que dirías. Este beso era pura pasión y romántico, un simple beso, pero este siemple beso mostraba todo su afecto hacia ti, te amaba, enserio.