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Tres días pasaron como si nada, y para Jennie, Taehyung estaba cada vez más alejado de ella, ahora apenas compartían un: Buen día.
Él la evitaba a toda costa y ella se sentía cada vez peor, no solo por eso, sino que la culpa la carcomía. Su voz había mejorado gracias a TaeHee.
Volvió a darle un sorbo a la asquerosa infusión que la madre Taehyung le había estado dando en los últimos dos días, ya se había acostumbrado al mal sabor.
Lisa entró a la cocina y se sentó junto a ella. Ya no peleaban, y su mejor amiga le había pedido perdón por haberse comportado como una niña.


—¿Quieres ir a pasear por ahí, Nini? —le preguntó la rubia.


—No lo sé Lili—suspiró ella —No estoy de ánimos.
La puerta se abrió y él entró. Las saludó por lo bajo y se acercó al fregadero para buscar un poco de agua. Tan pronto como entró, se fue y a Jennie el corazón se le encogió. Odiaba estar así con él simplemente lo odiaba.


—¿Sigue enojado? —inquirió Lisa.


—Si —suspiró ella y apoyó su taza sobre la mesa —Odio que esté así...


—Entiéndelo Jennie, heriste su orgullo...


—Yo no herí su orgullo —dijo frunciendo el ceño —Solo estaba enojada...


—Celosa —la corrigió Lisa. Jennie la miró entrecerrando los ojos.


—Lo que sea —volvió a hablar —No quiero que esté así conmigo.


—¿Qué te parece si haces algo? No sé... una carta, una fiesta, lo que sea.


—No, esas cosas no sirven con él. Es terco como una mula.


—Entonces quédate sentada y espera a que se le pase el enojo, no creo que esté así por el resto de su vida.
Alguien volvió a entrar a la cocina, ambas se giraron a verlo.


—Buenas tardes Jimin —le sonrió la pelinegra.


—Buenas tardes a ambas —dijo el rubio y se acercó al refrigerador para sacar un poco de leche.


—¿Cómo te sientes? —le preguntó Lisa.


—Mucho mejor por suerte —contestó mientras se servía un poco en un vaso —Ya no siento tanto dolor y el médico dijo que dentro de poco podré volver a mis actividades normales.


—Tengo algo para ti —dijo Jennie.
El rubio frunció el ceño y la miró extrañado.


—Es una carta de Rosé —murmuró Lisa.
Al instante Jimin se acercó a Jennie y por poco le arrebató de las manos el sobre blanco, comenzó a abrirla casi desesperado pero se detuvo al ver que aún estaba en presencia de Jennie y Lisa. Carraspeó un poco.


—Voy... voy a ir a leerla a otro lado.


—¿Por qué? —preguntó Lisa decepcionada —Queremos saber que te dice.


—¡Lisa! — la regañó Jennie y golpeó levemente su hombro —No es de nuestra incumbencia lo que diga esa carta —miró a Jimin—Ve tranquilo Jimin... pero recuerda que todavía no puedes verla, no después de que su padre vino a buscarla hasta aquí.


—Lo entiendo —murmuró este sin dejar de mirar la carta.


—Si le quieres responder nos dices y nosotras le daremos la carta a Rosie...


—¿De verdad? —inquirió sorprendido.


—Si —sonrió Jennie —No te lo había dicho pero ahora voy seguido a la casa de Rosé a darle clases de piano —le guiñó un ojo —Empezamos justo ayer... hoy tengo que ir de nuevo así que, si quieres que le lleve algo, apúrate.

Can you please stay with me? -Taennie- (ADAPTACION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora