Mi amado demonio uzuzen

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Tras una breve sesión de abrazos y mimos entre la demonio y el rubio, pasaron a encender una pequeña vela y hablar, pues aún cuando demostraron ser inofensivos el par que los salvó, aún seguían siendo desconocidos:

-Muy bien, no sé porque nos sacaron de ese aprieto, a pesar de ver que soy un cazador

-Curiosamente, un cazador lleno de dudas que es acompañado de un demonio, no le encuentro mucha amenaza ahí- Menciono la chica sentada frente a él

-Sin embargo, gracias

-¿Puedo saber qué hacen juntos los dos? digo, no me malinterpretes, no es común ver a un cazador de demonios precisamente junto a un demonio, tu entenderás

-Ume, creo que ya entendió a que te refieres

El albino solo giro la mirada para ver a su prometido, preguntándose internamente si era buena idea hablar de lo que les pasó, pero cuando el rubio sintió su mirada dudosa, tomó su mano, brindándole  una mirada llena de alivio, inclinó su cabeza y le brindó una ligera risa que era ahogada por la soga en su boca, al ver este gesto, al inicio se sorprendió, pero le sonrió de vuelta, eliminando sus dudas al respecto:

-Yo soy Uzui Tengen y el es Agatsuma Zenitsu, mi prometido- Tras esta afirmación solo vio los ojos como platos de los contrarios mientras el rubio les daba un intento de sonrisa, eso en definitiva sería una gran anécdota 

-Vengo de una familia de shinobis, solíamos vivir en una villa lejana entre las montañas, pero antes de casarnos, tuve una misión fuera y en tanto un demonio acabó con todos, a excepción de Zenitsu que fue convertido en demonio, yo trato de buscar una cura para volverlo humano, pero nadie me ha dado respuestas a mis preguntas

-Para empezar galán, las estas buscando donde no las hay, casi todos los demonios le sirven al único y maldito ser que es capaz de crearlos, y ese es Kibutsuji Muzan, al que viste de traje fino y sombrero, era él, el creador de demonios- Respondió esta vez Gyutaro al ver como se tornaría el ambiente

-¿Y ustedes le sirven a él?- Preguntando el albino, le fue imposible no comenzar a tomar sus armas y esconder a Zenitsu

-No después de ver que no miraba a mi hermanita como su pretendiente sino como un peón desechable, y nadie le hace daño a mi hermanita...Ya cálmate ¿quieres? vas a ponerme de mal humor idiota

-Mi hermano y yo fuimos lunas superiores, seis para ser exacta, pero cuando fallé en la búsqueda de unas hierbas extrañas, comenzó a insultarme, lo cual a mi hermano y a mi no nos pareció, por circunstancias desconocidas, supimos que un cazador hace unos cincuenta años, logró debilitarlo a costa de su vida, ese fue un factor que nos ayudo a librarnos de él y a parte, existe otro demonio libre de él, a comparación nuestra que buscamos simplemente vivir tranquilamente, ella busca destruirlo por razones que desconocemos, además que cobra por ayudar- Eso lo dijo con un deje de resignación, tomando el puente de su nariz con un solo dedo evitando lastimarse la cara

-¿Cuál fue el precio que pagaron ustedes para que les ayudara?

-Las hierbas que a Muzan no le servían, de por sí, fueron muy difíciles de conseguir y fue un milagro que fueran las que ella necesitaba, al parecer, buscaba un efecto contrario con lo que trabajaba Muzan, en fin, nunca habla de lo que trabaja

En eso, a Uzui se le ocurrió una idea, y si ¿Le pedía su ayuda para volver humano a su rubio? ¿Funcionaría? ¿Qué pediría cómo pago?

-¿Cómo se llama y cómo la puedo encontrar?

Los hermanos se miraron un minuto y al final asintieron ambos la cabeza entre si para dirigirse al cazador desesperado:

-Ella se llama Tamayo, y en sí, es alguien que no se deja encontrar tan fácil, una vez que ve a cazadores acercándose o a demonios que no seamos mi hermano o yo, hace imposible la tarea de estar frente a frente con ella, siempre está en movimiento, no creo que te sea posible verla, es-

-Por favor, te lo ruego, si ella tiene alguna solución o respuesta a lo que busco, estoy dispuesto a pagar cualquier cosa con tal de ayudar a mi Zen, por favor, ayúdenme una vez más

El albino inclino su cabeza hasta abajo donde estaban sus manos en el piso, con una expresión llena de angustia al no saber si era lo correcto, los hermanos se miraron entre ellos una vez más, desconcertados por la escena, mientras que el rubio al inicio le miro con una gran tristeza, pero siguió la acción, ya que el estaba haciendo un gran esfuerzo por el, olvidar su orgullo más de una vez y suplicar por algo, ceder a las acciones que no son acorde a su personalidad, aceptar ayuda de otros cuando incluso en el pasado era difícil que lo hiciera aún por sus esposas, y todo por él, jamás en la vida, podría negar algo tan sencillo y tan complicado a la vez, algo que es fuerte y te puede destruir, nunca negaría que no había mejor dicha que el amor.

Al inicio Gyutaro negó rotundamente con un simple movimiento de cabeza, hasta que miró los ojos suplicantes de su hermana, era el truco más viejo que tenía, pero nunca fallaba y el lo sabía, suelta un largo suspiro de resignación y mira de vuelta a su hermana que le sonrió con orgullo y aprobación:

-Esta bien, ugh, esta noche yo le contactaré y te diré cómo, donde y cuando se encontrarán, ¿entendido?

-¿Por qué no ahora?

-Maldito genio, por si no lo has olvidado, el sol no debe llegar a los demonios, idiota, y ya amaneció, tendrás que esperar

-¿Cuánto tiempo?

-No sé, y te aguantas, esto es mejor que nada

Ante esto, se retiro a su alcoba dejando al trio en la sala de estar, de pronto, lo único que se escucho en la sala fue el gruñido de un estómago, cualquiera pensaría que era de algún demonio, pero lo que nadie sabe es que el albino se enorgullece por las capacidades físicas de su cuerpo, de que su poder podría igualarse al de alguna luna, lo único que le avergonzó en ese momento fue dicho sonido que arrancó carcajadas de todos los presentes y del ausente, incluso una pequeña risa de su prometido lo hizo intentar ocultar su sonrojo.

Disculpen la tardanza, espero y lo disfruten, trataré de hacerlos cada vez más largos para  que tengan más que disfrutar, hasta el siguiente capitulo.