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Al pasar la vergüenza inicial, se dispusieron a preparar algo para comer, más que nada para el albino que para cualquiera, pues siendo el único humano ahí, aún podía consumir alimentos propios de los humanos, mientras que los otros dos demonios se alimentaban de esencia de animal y el rubio se mantenía al margen con la poca calidez que le brindaba Uzui en su cercanía y del sueño que lograba conciliar, sin embargo, Zenitsu puso total atención en todo lo que hacía para la comida y en lo que Uzui le indicaba con el fin de no cometer errores y evitar causarle malestares a su prometido, durante el día descansaron un rato, más el rubio que el otro por lo mismo, al no comer carne humana, debía de compensarse de alguna manera, y estar durmiendo en el regazo del albino le parecía seguro, a pesar de la atmósfera pesada en un inicio, no fue un gran proceso para que el albino y la demonio se llevaran como grandes amigos, entre unas cortas pero amenas pláticas, se dio cuenta que ella tenía afecto por lo hermoso y lo adorable, le parecía repugnante las personas de físico descuidado y las que simplemente eran feas aunque se arreglaran, eso a sus ojos, sin embargo su personalidad era absorbente y se adaptaba bien con las personas si le parecían interesantes, en cuanto a su hermano, era sobreprotector y algo distante con las personas, no se hablo mucho de él ya que a Ume le gustaba respetar su privacidad, es su hermano pero si no le gustaba hablar de eso, ella no iba a obligarlo, al llegar por completo el anochecer, Gyu se dignó finalmente a salir de su habitación, con una expresión de fastidio claro, pues el debía de cumplir su palabra, pues presentía que si no lo hacía cierto albino no lo dejaría en paz, y mucho menos su hermana si le volvía a poner esa expresión, siempre caía en sus caprichos por esa cara.

-Volveré en un rato

-Cuídate hermano, vuelve pronto- dijo en un tono cantarín

El albino solo podía mirar como salía, hasta que, antes de cruzar el umbral de la pequeña cabaña, solo se asomo con la cabeza y le dijo un seco "quieto o se va", saliendo lentamente, el cazador solo se enojo y al ver a su chico mirándole comprensivamente, diciéndole en señas "es lo mejor", solo así, se pudo tranquilizar y mentalizarse que esa noche sería muy larga.

. . .

Sin embargo, no fue tan larga como esperaba, una hora más tarde, Gyu regresó y le dijo que buscará una manera de camuflaje para su apariencia de cazador y que Zen fuera igual, una de las condiciones de Tamayo para tratarlo era encontrar de primera vista al demonio, este, de mala gana, accedió, con sus espadas envueltas y dentro de la canasta junto con un traje de campesino, cualquiera lo pudo hacer pasar por herrero y el pequeño podría ser tomado como su hijo o hermano, así es como salió al encuentro de dicha demonio.

-"Sentarse al lado de un puesto de ramen", pero la pregunta o duda radica en ¿Cómo sabre qué es ella? ¿A ti te dijo algo Zen?

-"No"

-Lo mismo pensé- tras esa interrogante, se sentaron cerca del farol a esperar, sin embargo, aún cuando el puesto cerró, ellos no vieron ninguna señal de dicha persona, si así se le podía llamar.

-Si quisieran pasar totalmente desapercibidos, aún les falta mucho por aprender- eso hace que tengan una reacción en tiempo récord para encontrarse con dicha mujer que había sido convocada al encuentro del cazador y el joven demonio.





Disculpen la demora,  es que no sabía que poner, pero gracias por votar en la historia y seguirla.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2022 ⏰

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Mi amado demonio uzuzenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora