Campo de futbol [Blairon 2]

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Suspira, realmente cansado de todo lo que fue su día. Su cabello se esparce por su almohada, y su cama se convierte en una suave pluma en la cual puede descansar.

Sigue con la ropa de la tarde, una simple playera blanca que ahora está amarillenta, unos jeans totalmente rotos, una chaqueta negra y sus converse rojos. No ha descansado ni un minuto en ese día, primero, su madre lo mando al mandado, le gustaba ir, pero cuidar de sus sobrinos corriendo por todo el súper era agotador, además, tuvo que cuidar de ellos tota la tarde, cuando los gemelos no estaban, claro. Organizar una cena familiar en la casa Weasley con todos sus conocidos y amigos no fue una gran idea, aunque, pudo ver a sus mejores amigos después de que la escuela terminara por vacaciones de verano.

Rodo hasta su teléfono que llevaba horas sin abrir, de inmediato, saltaron varias llamadas perdidas y alrededor de cincuenta mensajes de diferentes chats. Trato de que las notificaciones no sonarán mucho, pues sus padres y hermana seguían en la casa y dormidos.

Bostezo aunque no tenía sueño, solo eran simples reflejos que tenía. Mientras que esperaba a que las notificaciones se calmaran, se levantó un poco y abrió su ventana, dejando que el aire frio de medianoche lo golpeara en la cara, un espasmo se hizo presente, pero aun así respiro algo de aire fresco en un par de horas. Toqueteo la mesa de noche, y al no encontrarla la busco debajo de su cama. Ahí estaba, una simple libreta con ciertos garabatos sin sentidos, normalmente, ahí dibujaba diferentes cosas, como rosas, claveras y ciertos círculos sin sentido, pero acomodados en un orden especifico. Normalmente dibujaba ese tipo de cosas cuando estaba aburrido, realmente no se le daba dibujar al cien por ciento.

Una vez que su teléfono dejo de sonar, lo tomo y una llamada se hizo presente en el momento que lo tomo.

-¿Bueno?-no vio el nombre realmente, solo quería terminar esto rápido.

-Hey.-reconoció la voz en un instante y parecía como si una cubeta de agua fría le hubiera caído encima suyo.- ¿estuviste ocupado hoy?

Escuchar su voz después de un tiempo sí que fue una cubeta con hielos, tal vez más que eso.

-Demasiado.-se tallo su cara con la palma de su mano

Escucha la suave risa del contrario en la línea, y eso le relaja un poco.

-Pensé que estabas dormido y esto sería estúpido, y lo es, pero...estoy fuera de tu casa, más específicamente enfrente del pasillo de tu casa.

-Blaise...

-¿Podrías salir por un momento?

-¿Pasa algo Blaise? Me estas asustando.

-Pasa que...solo ven.

No lo dudo ni un segundo, pero tendría que salir por otra parte, claramente por la puerta principal no, pues sus padres se darían cuenta y estaría en un gran problema si es que lo ven.

-Blaise, la última vez que lo repito, ¿pasa algo? ¿Estás bien?

-Sí, todo está bien, sólo...quiero verte.

Su cuerpo reacciona, temblando, mientras sus ojos buscan una salida, y justo la tiene enfrente: la ventana. No piensa dos veces y trata de salir, lo que hace fácil al ser bastante delgado y la ventana bastante grande.

Corre con su teléfono en mano y cuando llega la reja que separa su jardín de la calle se guarda el teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón, para poder brincar la reja. La brinca sin dificultad y se pregunta si solo tiene habilidad por saltarse clases y escapar de la escuela o si realmente es fácil brincarla y debería preocuparse por si algún día otra persona pueda brincarla.

Pero no hay tiempo para pensar en ese tipo de cosas, pues ahora, aunque sus pies duelen al caer de casi tres metros sin nada de protección, enfrente tiene a Blaise. Lo tiene ahí, mirándolo de nuevo después de meses sin verse ni hablar, su cigarrillo se cae en cuando se miran a los ojos y de los de Blaise, parecen salir lágrimas.

➹•°• Molly y el trio de plata (y Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora