Hilo Rojo

Capítulo 4

Mi cuerpo estaba temblando, ellos no podían ser mis hermanos ellos murieron hace años, volví a sostener fuertemente la espada me rehusó de aceptar de que ellos son mis hermanos sin dudar fui directamente a atacarles ambos estaban sorprendidos por mi acción, pero no les quedaba de otra que defenderse y contra atacar.

—Hermana abre los ojos—Somos tus hermanos

—¡___________, di algo!

—¡Cállense, una parte de mi me dice que les crea, mientras otra me dice que me están mintiendo! —El demonio masculino estaba controlando mi cuerpo evitando que me moviera.

—¡Al menos déjanos explicarte!

No me quedaba más que escucharles debido a la situación en la que me encontraba. Cuando me dijeron todo me soltaron ambos me miraban esperando una respuesta de mi yo por otro lado estaba asimilando lo que me había.

—Vamos ___________únetenos y así podremos ser una familia de nuevo y así podremos estar juntos nada nos separaría.

—¡No, no lo hare! Porque el único miembro de mi familia está allá y si no fuera por el estaría muerta. Cuando decidí estar en el camino de los cazadores jure que mataría a los demonios para vengarme de lo que le hicieron a mi familia y los demás vivieran en paz, son mis hermanos de sangre...y yo nunca romperé mi juramento. ¡Ahora Uzui!

—¡Claro que sí!

Debido que se habían distraído conmigo olvidaron completamente a Uzui permitiéndole liberarse, ambos se defendían como podían de nuestros ataques justo en ese momento Uzui se agacho y utilizo las bombas de humo, tome impulso sobre su espalda para lanzar mi ataque. 

— Respiración de nieve: segunda postura. Nevada—. Corte sus cuellos al mismo tiempo separando sus cabezas de su cuerpo, mis manos estaban temblando no quería mostrar debilidad Uzui se colocó a mi lado y poso una mano sobre mi espalda.

—Vayan por el buen camino tal como nos enseñaron y rezo por sus almas para puedan renacer. Espérenme hermanos.

—Claro, si mi florecilla recuerda que te que queremos, pero más tu hermana

—Oye tu

—¿Si?

—Cuida de nuestra hermana

—Por su puesto Una vez despidiéndose sus cuerpos desaparecieron yo por otra parte no pude soportarlo más así que comencé a llorar estaba destrozada Uzui no dudo en abrazarme para darme consuelo. Poco apoco comenzó a amanecer y el laberinto en el que nos encontrábamos se destruyó por completo, guardamos nuestras espadas y comenzamos nuestro camino de regreso a la sede. Durante todo el camino de regreso estuvo en completo silencio.

—¿Estas segura de que estarás bien?

—Claro que si Uzui

Cuando llegamos a la sede cada quien fue hacia su finca los niños me recibieron con gran amor y cariño todo el día me la pase con ellos, mientras los días pasaban me dedicaba entrenando y mejorando mis técnicas mientras esperaba nuevas órdenes por parte del patrón.

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Han pasado varias semanas desde la última misión, me encontraba dormida cuando mi cuervo entro por la puerta con un mensaje por parte del patrón.

—¡Despierte Señorita! Se están acumulando las victimas en el tren infinito, reúnase con el pilar de la flama y diríjase al oeste lo más pronto posible.  

Cuando este se retiró comencé a prepararme para esta misión y una vez lista partí de inmediato hacia la estación del tren donde me esperaba Rengoku, espero no tardarme demasiado ya que me gusta ser puntual. 

Una vez en la estación subí al tren y comencé a buscar a Rengoku, pude reconocerle fácilmente por su estruendosa voz además de su colorido cabello, me senté frente a el para así tener una conversación plena.

—Hola Rengoku cuanto tiempo

—Hola Murakami ¿Quieres un poco?

—No gracias ¿Esperamos a alguien más?

—Si, al joven Kamado y sus amigos—

Ya veo

—Murakami ¿crees poder decirme sobre a lo que nos enfrentaremos en este tren?

—Lo intentare—. Coloque mi mano sobre el muro del tren y unas imágenes sobre la pelea.

—¿Qué fue lo que viste?

—Muerte y una pelea bastante dura.

—Ya veo, estemos preparados para lo que vendrá