Capítulo 12

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Cuando los fuegos artificiales terminaron Akaza la llevo de vuelta a la posada, pero cuando estaba por irse la cazadora lo detuvo lo que le desconcertó a Akaza tiro de su brazo para acercarle a ella y besarle al principio se sorprendió ya que normalmente era el quien la besaba, pero no quiso darle más rodeos y la tomo de la cintura apegándola más a él.

Cuando ambos se separaron vio cierto rubor en su rostro, la tomo del mentón volviéndola a besar, con mucho cuidado la recostó en el suelo deshaciéndose de sus vestiduras quedando ambos desnudos, la chica sentía algo de vergüenza que la viera lo que le causo algo de gracia al chico, deposito un beso en su frente para luego penetrarla, al ver que en su rostro sentía algo de dolor se disculpó con ella y le prometió que iría despacio.

Tal como se lo prometió fue despacio ya que no quería hacerle daño, pero poco a poco fue más rápido dejando el dolor aun lado el cual fue cambiado por placer, ambos lo estaban disfrutando. Esa noche le demostró a la chica cuento la amaba y cuán importante era para él.

Los habitantes de la aldea le desearon un feliz viaje a la cazadora, quien volvió a retomar su camino hacia aldea de los hereros para poder Sanar sus heridas. Completamente. Durante el camino se detuvo a pensar, lo sucedido con Akaza la noche anterior, con solo pensarlo sentía vergüenza

Ambos fueron uno mismo, Akaza siempre la hacía sentir especial, le gustaba estar con él. Pero se detuvo a pensar que pasaría en el futuro él es inmortal mientras que ella no ¿Qué debía hacer?

—Bienvenida Murakami-sama

—Buen día

—¿Viene a sanar sus heridas?

—Sí, siendo sincera en esta última batalla termine mal

—No se preocupe, sígame 

 Me asignaron una habitación y decidí descasar un poco, horas después desperté con mucha energía y pude ver que habían dejado mi bata de baño, con mucho cuidado me la coloque ya que aún me dolían ciertas heridas cuando estaba por salir uno de los habitantes estaba frente a mí, me entrego algunas hiervas medicinales me dio la indicación que antes de que entrara a las aguas termales las colocara ya que estas me ayudarían en el proceso de sanación tras haberme dicho eso se retiró, cuando llegue a las aguas termales hice lo que me dijeron y al entrar estas estaban a muy buena temperatura el dolor que sentía en mi cuerpo se fue desvaneciendo. Quise relajarme un poco ya que hacía tiempo que no sentía tanta tranquilidad.

—Veo que estas disfrutando las aguas termales

—¡¿Akaza?! No mires

—No tienes que avergonzarte ya que después de todo ya te vi desnuda

—Tonto

—Oh vamos no te enojes

—¿Qué haces aquí?

—Solo me preguntaba ¿a dónde irías? y ¿Qué harías? Pero si hubiera sabido que estarías frente a mí de esta forma me hubiera preparado

—Eso no me da gracia, sabes que me preocupo por ti y más si alguien de esta aldea ve que estas aquí

—Que dulce de tu parte que te preocupes por mí, pero relájate si sucediera eso me encargaría personalmente

—Akaza...

—Bien, bien te juro que no hare nada malo. Ven déjame abrazarte

—Te recuerdo que mi cuerpo aun me duele

—Relájate estoy consciente de ello.

Me sentía algo incomoda estando sentada sobre su regazo sobre todo sentía su miembro rozando mi entrada y al parecer eso le estaba divirtiendo. Sentí como sus labios depositaban varios besos por mi nuca e iban bajando hasta mi cuello, fue entonces que sentí una ligera punsación en el cuello después de sentir ese ligero dolor Akaza comenzó a apretarme más fuerte.

—A-akaza me duele, oye esto... no es divertido. ¡Akaza!

Después de haberle gritado este me soltó y me aparto de el rápidamente, me gire para saber si se encontraba bien pero su rostro me decía todo lo contrario, su mirada mostraba cierto dolor.

—Akaza...

—¡No te me acerques! Sera mejor que me vaya

No sabía que hacer nunca lo había visto actuar de esa manera, tal como lo menciono él se fue de ahí dejándome sola. Estoy preocupada por ti ...Hakuji.





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