Capítulo 10: Miradas

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Después de una larga noche, el cielo se pintó en un hermoso juego de colores, los primeros rayos del sol hicieron brillar las gotas de roció que se habían acumulado en superficie de las hojas de los árboles, el trinar de las aves asemeja a un armónico concierto que es dirigido por la salida del sol, esa agradable melodía es acompañada por los silbidos del viento y los sonidos del bosque que despierta por un nuevo día, sin dudar la naturaleza es autora de espectáculos de belleza inigualable, pero sin importar que tan bella sea la escena que tenga en frente, la mirada bicolor es incapaz de apartarse de la figura de su compañero.

Kyojuro observaba a Giyuu quien miraba el sol que se levanta de entre las montañas, con la mirada perdida sobre el cielo infinito, mientras que los rayos de luz matinales que se infiltran entre los árboles acarician su rostro, en ese momento no existía nada que pudiera competir con la belleza del azabache, ante los ojos del rubio él era increíblemente atractivo, el brillo oscuro de sus ojos, la palidez de su rostro, la elegancia natural que posee y que se acentúa con cada movimiento y cada gesto. Kyojuro suspiró profundamente ¿Existía en la tierra un ser más fascinante que Giyuu?

El pilar del agua se despidió en silencio y sin darle tiempo a su compañero para reaccionar se marchó a su finca, aún se sentía muy avergonzado por la inmadura petición que le había hecho a Rengoku, él no era del tipo de persona que se dejaba llevar de esa forma, tenía que aclarar sus pensamientos y era evidente que teniendo a Rengoku cerca eso nunca iba a suceder. Por primera vez el rubio no cuestionó la huida del azabache pues él también tenía mucho en que pensar.

Ese día, Kyojuro pasó un largo rato tendido en su futón sin poder quedarse dormido, intentaba desenmarañar sus pensamientos, su mente no paraba de dar vueltas, recordando una y otra vez todo lo que había sucedido esa noche, recordando el breve instante en que había tenido al azabache entre sus brazos, la tímida forma en que lo había mirado y su rostro sonrojado, pensando en todo lo que había significado esa simple acción y como le hizo sentir.

Finalmente había encontrado la respuesta a uno de los misterios en cuya búsqueda estaba, sin embargo la investigación no había terminado, aun no encontraba la solución del problema.

Darse cuenta que estaba enamorado explicaba porque estaba tan confundido cerca de su compañero, sin embargo dio paso a nuevas e inquietantes cuestiones, Sabía que las personas cercanas a él no lo juzgarían si iniciaba una relación con una persona de su mismo sexo, pero, ¿Qué reacción tendría su padre? era el hijo mayor se esperaba que diera un heredero del apellido Rengoku y de sus tradiciones, no quería que por su culpa ese peso recayera en los hombros de su hermano menor, ya tenía demasiada carga sobre esa pequeña espalda como para agregar más. Definitivamente sería una noticia que no le caería bien a su padre, era lamentable pues por fin después de tantos años demostraba un cambio positivo de actitud.

Pero, antes de pensar en las opiniones de los demás o el que dirán, lo que realmente tenía que considerar y lo más importante, era el qué pensaba Giyuu y qué sentía por él, Aun cuando con orgullo podía decir que era cercano a el azabache, conocía su historia, sabía el motivo de su tristeza, y había notado un ligero cambio en él, aún podía sentir la barrera que le impedía entrar por completo a su corazón, sin importar cuánto tratara no lograba acercarse, no por lo menos de la manera en que él quería.

Experimentaba la tentación de salir corriendo y expresar en voz alta todos los pensamientos que llenaban su mente, llegar tomar las manos de Giyuu y decirle lo increíble que era, que quería estar a su lado y ver diariamente su encantadora sonrisa. Por más que quisiera gritar a los cuatro vientos lo que sentía, creyó que por el momento lo mejor era no contar nada, en cuestión de las emociones podría comparar a Giyuu con un gato asustadizo y si no tomaba con cautela la situación podría salir huyendo.

El amanecer siempre llega (RenGiyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora