004 ♡ 🤝🏻

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1300 palabras

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1300 palabras.

—¿Esto es el cielo? —le miré a Gwi-Nam.

Apenas podía mirarlo, mis ojos pesaban tanto más que cargar dos costales de tierra. Me sentía extraña, cansada y con tantos escalofríos que pensé que me darían muerta o quizá ya lo estaba.

—Estamos justo en el cielo. —respondió con una sonrisa de complacencia.

—Estoy... Estoy hambrienta... Necesito comer algo. —agregué mirándolo.

—Justo estamos en el lugar correcto. —dijo.

Me senté a su lado aún tratando de asimilar lo que estaba pasando conmigo, y no pude entenderlo hasta el instante en que escuché los latidos de Gwi-Nam, sé que eran de él, sabía por alguna razón que el  corazón suyo era lo que escuchaba como si tuviera mi cabeza recargada en su pecho. Al igual que su respiración y el tragar de su saliva parecía que los escuchaba con audífonos puestos.

—¿Por qué puedo escuchar tus latidos? —le miré sorprendida.

Sonrió.
—Eres como yo. —tomó mi mano— Descubrí eso cuando te quedaste dormida y no te convertiste en un zombie. —dijo felíz.

Me acerqué a él poniendo mi cabeza en su pecho para escuchar más sus latidos, la situación me provocaba escalofríos. Podía escuchar sus órganos y otras cosas que no me gustaría decir, era tan extraño.

—¿Qué estás haciendo? —rió.

—Shh, cállate.

—Ah, eso quieres. —suspiró y rodeó mi cuerpo con sus brazos.

—Oye, quítate. —lo empujé saliendo de sus brazos.

—Veo que eres igual de fuerte que yo, somos iguales ahora. —agregó— Dijiste que tenías hambre, así que estamos en donde los profesores gustaban las donaciones de los padres que daban algo de comida.

—¡¿Y dónde están?! Me muero de hambre. —me acerqué a él tomándole de su chamarra.

Él sacó un paquete de galletas y me lo enseñó sin dejar de sonreír como un idiota.

—Dámelo. —ordené tratando de tomar el paquete, pero él lo hizo a un lado cuando mis manos estuvieron a punto de alcanzar el paquete.

—Antes, debes besarme. —exigió.

—No te lo mereces. —me levanté— Creo que ahí deben de estar, puedo olerlo. —miré al almacén con la puerta abierta.

Le dí una patada, pero fui piadosa, no le pegué tan fuerte.

—Idiota. —dijo acurrucándose y quejándose del dolor en su barriga. Después se levantó para perseguirme con una sonrisa divertida de lado a lado.

Entre risas fui y me escondí en el almacén, me escondí en la puerta cerrándola tan rápido como llegué esperando a que él me pidiera que le abriera.

𝑻𝑨𝑺𝑻𝑬 𝑶𝑭 𝑳𝑶𝑽𝑬 ─ 𝐺𝑊𝐼𝑁𝐴𝑀 ↻「 EN EMISIÓN 」AOUADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora