"𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘦𝘭 𝘦𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪́𝘻"
La complacencia en su sonrisa las veces que cometía sus más crueles actos hacia mí, eran los que sin ironía me hacían delirar. Sorprendentemente...
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☁️: 1304 palabras.
-La verdad es... Que Joon Jeong es un buen chico. -agregué.
-¿Y...? -divertida preguntó On-jo.
Suspiré. -Bueno sí. -sonreí aprobandola- Él me gusta.
Saltó y me dió pequeñas palmaditas con sus manos a mi hombro.
-¡Lo sabía! -sonrió.
-Oye, ¿Dónde estamos?
Miramos juntas el pasillo en donde nos encontrabamos sin saber en dónde carajos estábamos paradas. Ella me tomó del brazo y me jaló hacia ella.
-Mira allá. -me señaló a la pared- Ahí hay un mapa, vamos a revisarlo.
Había un punto rojo marcandonos en dónde estábamos: en los consultorios de enfermería.
-Parece que nos hemos alejado un poco. -dije- ¿Por qué no te adelantas? Necesito revisar algo antes de ir.
-De acuerdo, pero solo no tardes mucho. Pronto será la hora de cenar, te veré en la mesa. -me abrazó- Nos vemos.
Cuando ella se fue, continúe investigando al punto que quería llegar. No dejaba de pensar una y otra vez en la herida que debilitó a Gwi-Nam el día de la explosión en el instituto, así que supuse que vino a este lugar para ser curado. Estuve vagando sin hallar algún rastro de él, ni siquiera el aroma de su cuerpo podía rastrear.
Iba preguntando a todos los que pasaban a mi lado si habían visto a alguien, un chico alto de 1.85, complexión delgada y con el ojo izquierdo hecho mierda. Nadie sabía de quién hablaba hasta que me dí por vencida y me senté en el suelo exhausta de buscar sin hallar algo importante.
-¿Disculpa? -una mujer se acercaba a mí.
Levanté mi mirada y ella sonrió. -Me dijeron que estabas buscando a alguien.
Asentí. -Pensé que podría estar aquí, pero ya veo que no. Así que me iré. -me levanté.
-Espera. -me detuvo- Creo que hay alguien con las características que buscas.
-¿Y en dónde está?
-Sígueme.
Le seguí el paso apresurado que tenía, el ruido de sus zapatos era de verdad molesto y más porque parecía que no sabía caminar, los estúpidos zapatos rechinaban contra el piso haciendo un sonido aguido muy desagradable.
-Antes de entrar, me gustaría saber cómo se llama la persona a la que buscas.
-Él es... -me interrumpió.
-Para no perder nuestro tiempo. -rió falsamente.
-Él es Yoon Gwi-Nam.
Actuó sorprendida. -Vaya que no me equivoqué en asumir que eras la chica de la que tanto habla. -agregó- Otra cosa.
