𝑺𝑶𝑹𝑨.
𝟤𝟣𝟢𝟦 𝗉𝖺𝗅𝖺𝖻𝗋𝖺𝗌
Estos últimos siete días habían sido agobiantes y mis pensamientos durante cada minuto de esos días fueron arrebatados por el pelinegro que peinaba el lado derecho de su cabello pegado y el otro lado, ligeramente suelto. Recuerdo bien cada instante a su lado como si hubiera sido ayer, su cabello mojado y su ropa que entallaba su cuerpo por el agua de la lluvia.
No podía hacer desaparecer cualquier pensamiento o sensación que me recordara a él y a ese día hace una semana atrás. Tampoco podía deshacerme del sentimiento que revolvía mi estómago al imaginarme que era muy probable el hecho de que quizás jamás volvería a verlo.
Y no era más que culpa mía ese hecho. Pero también, ¿pude haber evitado su partida cuando él ya estaba decidido que hacer a partir de ese día?
El clima ha estado alocado y desorientado. Días soleados y de repente la lluvia, días lluviosos y al instante los rayos del sol harían arder tu piel. Era como me sentía yo también.
Seo-ju estaba inconforme con mi atuendo de hoy, podía notarlo en su expresión cada que miraba mis hombros cubiertos por una sudadera común y cuando miraba mis piernas, vestidas completamente por unos jeans flojos.
Necesitaba algo más que unas simples palabras, porque ser directa e ir al grano ya no era mi especialidad desde hace cuatro años.
Me dí cuenta que un cuarto estrecho, con una habitación y un pequeño cuarto en donde apenas y podía respirar en paz, era la mejor opción en lugar de vivir atada a mi madre y sus tan comprometidas reglas.
Así que era momento para dejar de esclavizarme por una vida digna a cambio de una relación forzada.
Debía decirle a Seo-ju la verdad.
—¿Entonces no vas a pedir nada? —inquirió inquieto.
Negué con la cabeza.
—No. —respondí en seco.Reposó sus manos en la mesa, al poco tiempo se entrelazaron y se apoyó en la mesa, con autoridad.
—Es bueno que no lo hayas hecho, así esto no nos tomará tanto tiempo. —dijo.—¿Tomar tanto tiempo? —pregunté irritada.
—No estás conforme con esto, ¿verdad? —preguntó menos inquieto, refiriéndose a lo obvio: nosotros sentados cada fin de semana en la misma mesa.
—Qué bueno que te des cuenta. —suspiré y dejé caer mi cuerpo en la silla— Sin embargo, fue culpa mía no haberte dicho cómo me hacía sentir esto desde el principio.
—Yo también. —confesó.
—Entonces... ¿Tú...? —respondí sorprendida.
—¿Qué querías que hiciera? Mis padres insistieron. Tu madre... —irritado masajeo su frente— Es muy amiga de la mía, así que ella prometió que no me decepcionarias. Pero estaba muy equivocada. —explicó señalando mi atuendo.
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𝑻𝑨𝑺𝑻𝑬 𝑶𝑭 𝑳𝑶𝑽𝑬 ─ 𝐺𝑊𝐼𝑁𝐴𝑀 ↻「 EN EMISIÓN 」AOUAD
Fanfiction"𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘦𝘭 𝘦𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪́𝘻" La complacencia en su sonrisa las veces que cometía sus más crueles actos hacia mí, eran los que sin ironía me hacían delirar. Sorprendentemente...