Estábamos en el instituto. Llevaba esquivando a Greta todo el día. Como estaba pensando en mis cosas no me di cuenta de que Axel se acercaba.
Axel: Hola Anke, ¿Te encuentras bien?
Yo: Si, si, Axel, solo estaba pensando en mis cosas.
Axel: Ah, como te veo tan distanciada de Greta, pensé que te pasaba algo.
Yo: No, no, todo bien. Es que hoy tiene un mal día y no quiero molestarla.
Axel: Bueno, Anke, adiós.
Yo (con cara de tonta): Adiós Axel.
Ante la duda, lo aclaro, me gustaba Axel. Si, me gustan también los chicos. Que sea bisexual no significa que me gusten solo las chicas. Es que Axel es tan mono. Tiene el pelo rubio, un flequillo hecho a la perfección... Todo es perfecto en él. Nos conocemos desde hace tiempo. Su padre trabaja en la misma empresa que mi madre, y los trasladaron desde Bremen juntos. Sus padres decidieron que fuera al mismo instituto que yo. A veces pienso que yo le gusto a Axel. No sé si yo le gustaré. Por mucho que esquivara a Greta, me la encontré al final.
Greta: ¿Dónde estabas?
Yo: Te estaba buscando.
Greta: Cuando me vas a contestar a la pregunta.
Yo: Es que no sé que hacer.
Greta: Es muy fácil, si quieres que seamos novios, di que si, y si no te gusto, di que no.
Yo: Es que no sé si me gustas.
Greta: Te espero esta tarde en mi casa. Espero que vengas.
_____
Otra vez en su casa. Hoy su hermano no estaba. Sus padres tampoco. Se habían ido de viaje. Subimos a su habitación. Teníamos un trabajo que hacer juntos. Estaba sacando mis cosas para trabajar, cuando me tiró a su cama.
Greta: Hoy nadie nos molestará, Anke. Estamos solos tu y yo.
Entrelazó sus manos con las mías. Oh no, ya sé lo que iba a hacer. No sabía si dejar que me lo hiciera o no. Mi mente se puso a decirme - Anke, venga, que sabemos que te gusto el otro día- Vale. Dejé que lo hiciera. Acercó sus labios a los míos. Levanté la cabeza para estar más cerca de su cara. Pegó sus labios a los míos. Moví los labios. Sus manos soltaron las mías y se pusieron en mi cuello. Pasé mis manos por su espalda. Me mordió el cuello y gemí.
_____
Me desperté. Sentí que algo me estaba tocando. Abrí los ojos y veo una habitación que no es la mía. Veo a Greta apoyada en mis piernas. Seguía durmiendo. Me acordé entonces que había llamado a mis padres para quedarme esa noche en su casa. Era sábado. Me levanté con cuidado de no despertar a Greta. Se movió un poco pero no hizo nada más. Cogí el móvil y miré la hora. Las 12:27. Muy tarde. Me había quedado dormida. También es verdad que habíamos estado viendo una película hasta muy tarde. Voy a la cama.
Yo: Greta, despierta.
Greta (medio dormida): Hum
Yo: Coño, Greta ¡despierta!
Greta se levantó de un salto.
Greta: ¿¡¿¡Que pasa?!?!
Yo: No, no pasa nada. Es muy tarde.
Greta: Oh, venga, Anke, tengo mucho sueño. Si quieres desayunar, abajo hay galletas y cereales, pero déjame dormir.
Yo: ¿Todavía tienes sueño?
Greta: Si, pero no te creas que he olvidado lo nuestro. Venga, Anke, contesta, que sé que quieres librarte de este tema lo antes posible.
Mierda, ¿Cómo podía saberlo?
Yo: Voy al baño. Ya te contestaré a eso cuando sea necesario.
Fui al baño. Greta llamó a la puerta.
Yo: ¿Qué?
Greta: Cuando bajes, súbeme algo de comer.
Yo: Ok
Oigo pasos alejándose del baño y una puerta cerrándose. Bajé a la cocina. Abro el frigorífico y cojo la leche. Cojí una bandeja y subo las escaleras. Abrí la puerta un poco y...
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La vida de una bisexual
Teen FictionEsta historia trata de una bisexual alemana llamada Anke, y también aparece su mejor amiga Greta. Cuidado que hay sorpresas con Greta