𝓤𝓷 𝓑𝓾𝓮𝓷 𝓜𝓪𝓽𝓻𝓲𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 {Nueva Edición}

Capítulo once

Media hora había pasado, y el alcohol comenzaba hacerme efecto, tal vez solo fue el alcohol que me hizo tomar está decisión porque estaba en camino al baile de Iracebeth ¿Que fue lo que pasó? Recordé que el nuevo Duque estaba invitado...
No sé cuál sería la reacción de Mercy, no se que pensaría o haría al verlo de nuevo, y por ese motivo ahora me encuentro aquí en mi carruaje a poco tiempo de llegar a mi destino.

En cuanto entre un grupo de personas se reunía alrededor de alguien, pero no tuve el tiempo de averiguar quien era, mi vista pronto se situó en mi esposa y un hombre que besaba su mano. Aunque en su cara había confusión no pude evitar enojarme, ella está casada, y no está bien visto que permita esas muestras delante de la gente.

Lo único que pude hacer fue acercarme de manera rápida hacia ella para tomar su brazo, gesto que a ella le sorprendió y molesto.

—Matthew ¿Que haces aquí?

—¿Tú que estás haciendo?—Dije sin soltarla aún.

—Matthew, no deberías discutir con ella delante de la gente, empiezan a llamar la atención. —Mirana Interrumpio para hacer que me diera cuenta que era verdad, estábamos llamando mucho la atención.

—¿Quien era ese hombre? —Solo solté su brazo mientras la observaba.

—Es un archiduque.

—¿Te conoce?

—Nos acabamos de conocer.

—¿Por qué beso tu mano?

—Porque tal vez el si tiene modales.—Mirana volvió a interrumpir para verme con su acostumbrada mirada de desaprobación.—No puedes venir a un baile así, y causar un alboroto.

—No te preocupes, todos están ocupados con el nuevo Duque.

—¿Tú lo conoces?—Ahora fue Mercy quien Interrumpio.

Al darme cuenta que fue un error de mi parte hablar de el, intenté cambiar el tema, pero Mercy, al ser ella seguía insistiendo preguntando si yo conocía aquel hombre. No tuve la posibilidad de conocerlo en persona pero si conocía su nombre y quién era....y ella no podía saber que el estaba de regreso.

—Deberíamos irnos ya Mercy.

—Aún no quiero irme.

—Es tarde, debemos irnos, nadie está interesado en nosotros, su atención está en el duque.

—¿Y por qué no vamos?

—Mercy por favor, no discutas conmigo, irnos no es una opción es una orden, ya te divertiste mucho, ahora regresemos a casa.

—Bien...Lo lamento Mirana tengo que irme.

—Esta bien, no te preocupes Mercy, cuídate mucho ¿Si?

—No te preocupes.

Tome la mano de Mercy y la puse en mi brazo para salir rápidamente del salón, estaba preocupado porque el se diera cuenta que ella estaba aquí, mi preocupación se hizo realidad cuando ví por encima de mi hombro y ví como su mirada se centraba en Mercy, para después centrarse en mi...

—¿Pasa algo?

—Nada.—Desvie mi mirada antes que ella se diera cuenta.

Subimos al carruaje y todo el camino a casa no dijimos ni una sola palabra, ella miraba sus manos mientras que yo miraba por la ventana, fue cuando de reojo la mire a ella, y volví a sentirme mal por ella, tenía puesto el vestido que era para Jane. La obligue a usarlo y aunque no le quedaba mal, sabía que otro color la haría ver más bonita. Pero aún así, y aunque tenga arrepentimiento ella tenía que tener un castigo por la tontería que hizo.