Capítulo 2

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Índigo parecía ya saber la respuesta a su pregunta. No la viste sorprenderse, solo preocuparse más.

-Entonces no deberías estar aquí.- Puedes sentir la tensión en el ambiente. Índigo te mira a los ojos solo para hablarte, después de dos simplemente se limita a mirar varios puntos de la habitación, como si estuviese tratando de encontrar las agallas de encontrarse con tu mirada.

-¿Por qué no?...

-Este lugar no es seguro para los humanos.- Ella parece pensar sus siguientes palabras.- A la gente de aquí no les agradan mucho los humanos, bueno, a la mayoría no les gustan, yo creo que no está bien juzgar a alguien sin conocerlo antes, sea humano o no.- Índigo trajo el ambiente agradable de vuelta mientras mantiene una suave sonrisa en su rostro.- Y conozco a varias personas que opinan lo mismo que yo. Hablaré con ellos para ver si nos pueden ayudar a sacarte del bosque sin que te pase nada.

-Yo... Gracias, por curarme y por ayudarme.- Le devuelves la sonrisa a Índigo.

Un pitido intermitente rompe el ambiente que se había creado. Tanto Índigo como tú os giráis hacia el pitido, era un pequeño cronómetro en forma de huevo pintado como una gallina. "Índigo debe haberlo dejado funcionando mientras hablábamos, debe de tener algo de comida haciéndose", piensas.

Casi inmediatamente ella apaga el cronómetro y saca comida del horno. Se ve que hay comida para tres, decides preguntarle a Índigo.

-Índigo, ¿eso no es demasiada comida?- Le preguntas mientras ella pone la mesa. Índigo pone la mesa para tres.

-Oh, ¿recuerdas a la amiga que me ayudó a curarte? Vivimos juntas, ahora mismo no está aquí, salió a pasear hace un  rato, debería estar de vuelta para comer.

-Hey, ¿hay algo que pueda hacer? Digo, estáis siendo muy amables conmigo, ayudar con las tareas del hogar es lo mínimo que puedo hacer.

-Eso es muy amable de tu parte... Acabo de caer en que no sé tu nombre.

-Me llamo Noah.

-Entonces, eso es muy amable de tu parte Noah, iba a empezar a limpiar mientras mi amiga no llega, así que algo de ayuda no me vendría mal.

Después de aceptar tu propuesta Índigo se dirige a una habitación del pasillo y abre la puerta, dentro hay múltiples aparatos de limpieza. Índigo agarra dos trapos y un recipiente, este tiene pegado en él un papel que pone "Limpia cristales". Ella le hecha el líquido a los dos trapos y extiende la mano para darte uno de ellos. Tú lo tomas.

-Vamos a limpiar los cristales del salón primero, ¿te parece bien?

Asientes con la cabeza y caminas con Índigo hasta el salón. Al llegar escogéis paredes que se encuentran una al lado de la otra. Desde la charla de antes te quedaste con las ganas de antes te quedaste con ganas de preguntarle algo a Índigo.

-Oye, Índigo, si tú no eres humana,¿qué eres?- Paras de limpiar por un momento para mirar a Índigo.

-Formo parte de una descendencia de duendes del bosque.- Mientras te responde ella sigue limpiando.

-No es por ofender, pero no pareces un duende.

-Bueno, las criaturas del bosque solían cambiar su aspecto a uno humanoide para atraer a los humanos a sus trampas, eventualmente nos quedamos solo con la forma humanoide.

Ibas a decir algo, pero el sonido de una puerta abriéndose te interrumpe.

El bosque | OriginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora