stupid boy › chanlix

capítulo dos.

Fue el peor mes que pudo haber vivido en su vida, estaba tan equivocado al pensar que Chan dejaría de molestarlo, pero en el momento en que le tiró sus libretas a la taza del baño se dio cuenta que nada había cambiado para nada. Parecía que ahora le tenía cierto odio ya que se volvió de una cosa diaria. Sólo se comportaba bien con él cuando Sana estaba cerca de ellos, eran los únicos momentos en los que parecía que Chan dejaría de molestarlo.

Lo odiaba, odiaba a Chan, odiaba lo que sea que tuviera con su hermana, quería desaparecer así nunca iría a la escuela, no se graduaría y no iría a la universidad, no conocería a Chan y no tendría que sufrir todo esto.

No tendría que ser el mal tercio en la cita de su hermana con Chan.

—Que no se te ocurra hacer nada de lo que puedas arrepentirte, Lee. – le dice en su oído mientras que su hermana está en la fila de la dulcería en el cine.

—No haré ni diré nada. – afirma escogiendo los asientos de la sala.

¿Cómo es que terminó ahí?, ¿Por qué Sana no pudo solamente dejarlo en la biblioteca y listo?, ¿Era tan difícil ir sola al cine con Chan?

Maldita sea, lo peor es que no pudo escoger un asiento alejado de ellos porque los últimos tres que quedaban estaban seguidos, su suerte era una total mierda.

Recogió los boletos, le dio el suyo a Chan y después fueron a esperar a Sana.

—Perdón por hacerte venir conmigo, me daba pena dejarte sólo. Mamá y papá no vuelven hasta la otra semana. – le dijo a su hermano cuando regresó con ellos.

Sus padres habían salido de viaje por su aniversario a Australia, ¡Pero no era como si no pudiera cuidarse solo! No era un niño pequeño.

—No importa. – le respondió.

¡Claro que importaba! No quería estar a lado de Chan viendo un película de terror, esto era tan malditamente cliché. Podía orinarse en los pantalones con ese tipo de películas.

Los tres se dirigieron a la sala correspondiente y fueron a sentarse en los asientos. La sala estaba completamente llena, se sentía más avergonzado ya que estaba seguro de que iba a gritar. Estaba temblando tanto que no podía sostener bien su refresco.

Tuvo que aguantar la platica de su hermana y Chan a un lado suyo hasta que las luces se apagaron y la pantalla se encendió dejando ver unos cuantos anuncios. Con cada minuto sentía su corazón salir de su pecho; apoyó sus brazos en los reposabrazos de su asiento y se sostuvo fuerte cuando el título de la película apareció en la pantalla y cerró sus ojos cuando después se escuchó un grito espeluznante.

Escuchó una leve risa a un lado suyo, volteo y vio a Chan burlándose de él.

—Sólo no grites mucho, ¿Está bien? – le susurró acercándose a su cara de manera exagerada.

Mierda, ¿Por qué lo había interpretado en doble sentido?

Estaba loco, completamente loco.

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Le resultaba graciosa y extraña la escena de la que estaba siendo protagonista. Felix estaba ligeramente aferrado a su brazo y escondiendo un poco la cara cada vez que pasaba una escena aterradora. Le resultaba divertido ver al chico así de asustado, pensaba que a los nerds les gustaba el género del terror, pero Felix estaba casi que gritaba.

Sana, quien estaba atenta a la película sin inmutarse ni un poco con las escenas, no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Él justo había elegido una película de terror para que ella fuera la que se asustara y estaría pegada a él, pero terminó siendo su hermano molesto el que apretaba con fuerza su brazo.