capítulo cuatro.

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Cuando llegó a su dormitorio, se permitió hundir la cara en su almohada y ahogar un grito en ella.

¡¿Por qué había hecho eso?!, ¡¿Por qué tuvo que acercarse tanto a Felix?!, ¡¿Por qué carajos tuvo que protegerlo del sonido de la sirena de la ambulancia?!

Joder, quería morir, ¡Tenía una novia hermosa! Sin embargo, ¡¿Por qué carajos su hermano le parecía mucho más atractivo?! No tenía nada en contra de que sea un chico, varias veces había sentido cierto tipo de atracción por alguno.

¡Pero nunca como la sentía por Felix!, ¡Nunca se había interesado en el hermano de ninguna de sus novias! Quería besar sus malditos labios en lugar de los de su novia, quería sostener su cuerpo en sus brazos y sentir su espalda ancha en lugar de la pequeña espalda de su novia; quería sentir sus piernas con vello en sus manos y acariciarlas, en vez de acariciar las suaves y depiladas piernas de Sana.

Quería hacer todo, menos molestarlo como siempre lo había hecho. ¿Qué era lo que había cambiado para que ahora lo único que quiera hacer, era protegerlo?

Estaba en serios problemas y sin duda el único que podría ayudarlo era Jisung, ¿Por qué Jisung? Porque tenía más neuronas que él.

Llamó a su amigo y le pidió que fuera a su dormitorio. Mientras lo esperaba, daba vueltas en un mismo lugar.

Escuchó tres golpes a su puerta y fue a abrir rápidamente encontrándose con su amigo quien tenía el ceño ligeramente fruncido.

—Espero que sea urgente y no me hayas interrumpido por nada.

Vio que tenía leves marcas de chupones en su cuello. Ya entendía a lo que se refería con interrumpir.

—Te aseguro que es más grave de lo que crees. —le respondió dejándolo pasar.

—Muy bien, entonces dilo.

—Siento algo por Felix.

—¿Odio? Eso ya lo sabia, y sigo insistiendo de que dejes de molestarlo.

—Es atracción, no odio.

Realmente nunca sintió odio por él, nunca tuvo razones para odiarlo, lo molestaba porque le parecía divertido.

Jisung se sorprendió ante la respuesta abriendo sus ojos.

—Espera, ¿Qué no estabas saliendo con su hermana? La de la facultad de Música.

—Lo hago, somos novios.

—¿Y entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Entonces por qué sientes algo por Felix?

—¡No lo sé!, ¡Te lo juro que no lo sé!, ¡Me siento tan confundido que ni puedo devolverle un puto beso a Sana!

—¿Ni en la mejilla? —preguntó sorprendido.

—Ni en la maldita mejilla. —le respondió frustrado, pasando las manos por su cabello.

—Esto sí que es grave. —dijo mordiendo su labio pensando en algo que hacer.

—¡Lo sé! Y es que sólo quiero estar con él, quiero salir con él a lugares lindos, ¡Siento que a él si puedo devolverle un puto beso en la mejilla y más!

—¿Y entonces por qué no sales con él en lugar de mentirle y hacerle daño a su hermana?

Esa era una muy buena pregunta. El problema es que tenía una respuesta demasiado estúpida.

—Sólo estoy confundido, además no me gustan los chicos. Creo que sólo quiero pasar una noche con él, ya sabes, sólo sexo, y es todo, nada formal o cursi.

stupid boy › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora