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Shoto se fue a trabajar luego de almorzar, insistió en comprar el almuerzo para ambos. El descanso luego del sexo les sentó increíble, estaban de excelente humor y se sentían renovados. Eijiro lo llevo hasta su trabajo y luego volvió a dormir una siesta. Shoto, por su parte, inicio con el agotador día de trabajo, aguantando los reclamos y malos tratos de su padre. Su hermano también estaba allí y era quien le ponía un alto a Enji.
La tarde paso lento para él, no le gustaba aguantar a su padre después de haber estado tan en paz con Eijiro y Katsuki. No le gustaba como se sentía, esa sensación de nunca ser suficiente, de siempre ser incompetente por más que se esfuerce en mejorar. 

Cuando por fin termino todo, cerca de las nueve de la noche, más tarde de lo que le hubiera gustado, pensó que podría ir con sus chicos, pero su hermano tenía otros planes.

— Ya tengo la reserva, Sho — aviso Touya acercándose a él — ¿Qué, lo olvidaste? — se escuchaba molesto.

— Si... ¿Podemos hablar? No me siento bien, estoy cansado — sabía que a él podía contarle todo, que en él podía confiar ciegamente.

Aún estaban en las oficinas, pero a Todoroki no le importo, apoyo la cabeza en el hombro de su hermano buscando un poco de confort. Touya suspiró y lo abrazo.

— Te prometo que estarás bien, ¿Si? En cuando Enji se retire tu y yo seremos libres, te lo juro — susurro para él mientras le acariciaba la cabeza — Vamos a comer soba y me cuentas que es lo que sucede —.

Tras el asentimiento del menor ambos salieron de aquel edificio en dirección al restaurante donde se había hecho la reservación. Se sentaron alejados del resto y el bicolor le contó sobre cómo se sentía con Eijiro y Katsuki, como se sentía con su padre, le confesó ya no querer volver a su casa, el sentirse constantemente solo le ponía peor.

— ¿Tu realmente quieres esto? — pregunto Touya viendo su plato de comida, su hermano menor asintió — Sho estoy muy feliz de que hayas encontrado personas que te hacen feliz, que te hacen sentir válido, que te quieren, te escuchan y te apoyan... Shoto, está bien que quieras estar con ellos —.

El Todoroki menor sentía que quería llorar en ese momento y solo de aguantaba porque estaban en público.

— Sabes que tienes mi total apoyo en esto, pero no mucho verán bien tu relación, no solo porque estás con alguien del mismo sexo, sino que estás con dos hombres al mismo tiempo — subió la vista a su hermano, se sentía mal de solo pensar en que sería criticado, Shoto era, en el fondo, alguien muy sensible a quien le afectaba mucho los comentarios de terceros — La gente dirá muchas cosas de ti, ¿Si? Incluso nuestros padres y hermanos —.

— Solo me importas tu, Touya — hablo con la voz quebrada, apretando los palillos entre su mano — Si tú... Si tú me apoyas es suficiente, no quiero a Fuyumi, ni a mamá, ni a Natsuo, solo me importas tú porque solo tu eres mi familia —.

— Oh vamos, me vas a hacer llorar — hablo riendo mientras se limpiaba aquella traicionera lágrima que se le escapó al escuchar sus palabras — Pero no le digas a esos dos que los acepté, aún quiero asustarlos un poco —.

— ¿Puedo presentartelos como mis novios? — hablo con ilusión el bicolor, era un cúmulo de emociones en ese momento — Aún que primero quiero que tengamos una cita, ¿Me ayudarías con eso? —.

— En todo lo que quieras, mi niño —.

Terminaron de cenar, dieron un paseo juntos y, posteriormente, Touya llevo a su hermanito al edificio donde sus chicos vivían.

— Vamos vete ya, es casi media noche y tienes que dormirte temprano que mañana tu horario es normal — le revolvió el cabello bicolor antes de que lo saludara y bajara. 

Anything elseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora