Un encanto congelado [Isabella x Elsa]

Cap.8: Malos entendidos

La mayor parte de la familia Madrigal se encontraba a la cocina preparando la mesa para cuando llegaran los Guzmán, mientras seguían cantando todos juntos la pequeña canción, Elsa ni sabía a donde ir ni que hacer, solamente podía imaginar la boda entre Isabela y Mariano si no se apresuraba a hacer algo pronto. Estaba tan hundida en sus pensamientos que no notó cuando alguien pasó detrás de ella; era Dolores nuevamente.

Dolores: aunque no lo creas los silencios son más ruidosos de lo que crees...

Elsa: Se me acaba el tiempo y aún no se que decir o que hacer... *nerviosa mientras se tronaba los dedos*

Dolores: No te preocupes, ese matrimonio no se llevará acabo...

Elsa: ¿Como lo sabes?

Dolores: Porque hoy pasará algo más relevante... Yo se...

Mientras tanto con Ana y Mirabel...

Mientras todos comenzaban a acomodar el comedor para la gran cena mientras cantaban la oscura advertencia de no hablar sobre Bruno, Mirabel y Ana lograron escabullirse y subir hasta la habitación de la rizada, sin darse cuenta de que Dolores y Elsa se encontraban al otro lado del pasillo. Al llegar al cuarto y confiarse de que estaban solas, dejaron la puerta entre cerrada y comenzaron a armas las piezas rotas de la visión de Bruno...

Ana: ¿Entonces que quiere decir esto?

Mirabel: No se porque aparezco en la visión de Bruno...pero estoy segura de que si el milagro está fallando es por mi culpa...

Ana: Ey no, no es tu culpa, lograremos salvar el milagro y nadie ni siquiera se dará cuenta...

Mirabel: ¡Si! ¡Exacto! Nadie debe saber nada...todo está totalmente bien...

Mientras ambas platicaban, la puerta comenzó a abrirse lentamente logrando ver a Dolores y a Elsa viéndolas fijamente...

Dolores: Yo se... *hizo un chillido, tomo a Elsa de la mano y bajaron rápidamente*

Mirabel: Ay no...

En el comedor:

Isabela estaba nerviosa, podía observarse cómo daba vueltas por todo el comedor, Elsa al verla así decidió acercarse e intentar calmarla.

Elsa: Hey, ¿todo bien? *tomo a Isa de los hombros e hizo que esta la viera*

Isabela: No...Elsa...no quiero casarme con Mariano...

Elsa: No tienes que...vámonos Isa...no pueden obligarte a casarte...

Isabela: ¿Y a donde iremos Elsa? Mi familia quiere que los enorgullezca y que les de mas generaciones de bendiciones mágicas... no quiero que después piensen lo mismo que piensan de Bruno...

Elsa: Podemos ir... *la abuela interrumpió a Elsa al tocar el Perfecto cabello de Isa*

Abuel: Isa...ya a la mesa, Mariano se sentara a tu lado, compórtate.

Ambas chicas se miraron y Elsa le dio una cálida sonrisa, para después todos acomodarse en la gran mesa, donde la comida ya estaba preparada y lista para que se sirvieran. Isabela estaba sentada en un lado de la mesa junto a Mirabel y Ana, mientras que Elsa se encontraba frente a ella y junto a Dolores.
Antes de que el pequeño Antonio se sentara, fue rápidamente al lugar donde se encontraba Ana y susurró algo el su oído.
Mariano entró al comedor junto con su madre, Elsa no pudo evitar sentir celos al ver que Mariano era realmente guapo, aunque también en cierto punto le recordaba un poco a Kristoff.
Mariano se sentó junto a Isabela y le sonrió amablemente mientras besaba su mano; los dientes de Elsa rechinaron. Ana notó esto en Elsa, sin embargo no podía preguntarle en ese momento.
Comenzaron a cenar todos armoniosamente, sin embargo, también se sentía una tensión entre Mirabel y Dolores, la cuales mantuvieron contacto visual por unos minutos, ya que Dolores tenía la urgencia de decir lo de la visión de Bruno sobre Mirabel. Intentaba no hablar, más en un de repente no pudo sostenerlo más y murmuró a Camilo en su oído sobre el asunto, cosa que tomó muy mal ya que empezó a mutar descontroladamente, el chisme se fue pasando uno por uno y Mirabel no sabía que más hacer para desviar la atención de todos, por lo que impulsivamente tomo a Mariano y le dijo desesperadamente que le pidiera matrimonio de inmediato a Isabela.
Mariano estaba ya hincado sobre una de sus rodillas y preparado para confesar su amor por ella, Elsa no aguanto los celos y se paró rápidamente para salir del lugar, nadie realmente le tomó importancia ya que estaban centrados en la propuesta. Ana no pudo dejar a su hermana sola por lo que fue corriendo detrás de ella.
La escena era catastrófica, la casa comenzaba a agrietarse nuevamente mientras Mirabel intentaba disimular el daño cubriéndolas con su cuerpo.
Elsa se dirigió a la cocina y se recargó en el lavabo.