𝐩𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐫𝐢𝐧𝐠𝐬/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ

I almost Do

Seungmin envío el mensaje y espero atento como si la respuesta llegaría en un segundo, creía inocentemente que pasaría.

Esperó y esperó hasta que su orgullo se hirió, ¿Por qué estaba tan preocupado? Era una estupidez tener que sentirse ansioso por oír el característico sonido se un mensaje entrante, hasta de ver la pantalla el "escribiendo" le ponía los pelos de punta.

—Me doy de baja del planeta—susurró suave al ver el "visto hace dos minutos" eso sucedía con más frecuencia que antes—no, de la vida.

Apagó el celular y lo dejó boca abajo en la cama, nunca había sido del tipo de amigo que necesitara atención, normalmente era al revés. Sin embargo, ahora estaba, sufriendo porque su mejor amigo estaba siendo cortante. Para empezar, ¿Debía usar esa palabra? No era que estuviera siendo frío o algo así, solo notaba que habían menos cantidad de mensajes por día; ya no le enviaba vídeos de animales, no le enviaba fotos divertidas, no había mucha comunicación.

Se lo imaginó sentado en su silla al lado de la ventana mientras observaba las luces de la ciudad, preguntándose por él, lo que hacía, cómo estaba.

Pero era eso, imaginación.

—Tonto—se dijo a sí mismo apenado, quizá siempre fue así, solo que ahora se fijaba con más frecuencia al sentir esas cosquillas extraña en el cuerpo cuando lo veía.

Lo más probable es que no quería hablar con él, eso era. Le dejaba el visto, no escuchaba los audios, en la universidad le hablaba poco, ¡Todo tenía sentido!  Seungmin estaba deprimido, angustiado, decaído, abandonado, y muchos otros sinónimos que describían a un joven adulto acostado en la cama un Domingo por la noche.

Quizás...ya no quiere ser mi amigo, le aburrí.

Era algo cotidiano, muchos se aburrían de las personas, pero pensó que con él sería diferente, con Hwang Hyunjin las cosas siempre eran diferentes, desde el inicio.

Para volver a sufrir encendió la pantalla y volvió a leer el visto en la conversación, era la única forma de que le dieran ganas de fingir que no le molestaba o dolía. Él tenía demasiadas ganas de hablarle, sobre todo que el otro le respondiera con las misma emoción y conexión que tenían antes. Suspiró y salió del chat, tendría que darse un tiempo para superar algo que nunca ocurrió.

Seungmin tenía un espacio en blanco en su lista se grandes amores fallidos, y estaba seguro que al terminar el año pondría el nombre de Hwang Hyunjin en él.

💬

¿Cuántos días habían pasado? Tres.

Tres miserables de lo que único que hizo fue correr cuando Hyunjin se acercó a su mesa en la biblioteca para saludar junto a Jisung, su compañero de carrera. Más tarde en una clase que compartían Hyunjin le tocó el hombro y le preguntó que si estaba bien por lo que sucedió en la mañana, a lo que Seungmin respondió que estaba ocupado.

Hyunjin asintió y se fue.

—Le harás un agujero a la mesa—despertó de su rabia interna para ver a Jeongin, este le observaba con curiosidad mientras bebía jugo—Das miedo cuando te quedas mirando un punto en la nada, ¿Que tienes?

Lo que pasa es que mi mejor amigo ya no quiere ser mi mejor amigo, me siento abandonado, quiero que me abrace, que me cuente chistes tontos y quiero cuidarlo, y, y también...y.

Y Seungmin se quería tirar de alguna escalera para despertar de la tontería de sus sentimientos.

—Me siento extraño, solo eso.

—Sentirse triste no es extraño—replicó Jeongin dejando el caos sobre la mesa, sonreía como si supiera hasta el más mínimo secreto.

—La causa del sentimiento sí, es incómodo.