Sentimientos Incorrectos (Isabela X Mirabel)

Capitulo 2

Isabela bajo al comedor para poder almorzar.

Ahí se encontraba toda la familia sentada.

Y para su suerte, el único lugar que estaba vacío era al lado de su hermana Mirabel.

Ella se sentó, y trato de no mirarla, para evitar algún sonrojo.

Ella comenzó a comer sin apartar la mirada de su plato.

Abuela- ¿todo bien? - pregunto al ver a su nieta

Isabela- no te preocupes abuela, solo estoy comiendo

Abuela- pareces preocupada, ¿sucedió algo?

Isabela- no abuela, tranquila, solo estoy un poco pensativa es todo

Abuela- bueno, si tú lo dices- exclamo- bueno entre otras cosas he pensado, ¿Qué tal si Mirabel te ayuda con las flores para el pueblo?, ahora que las dos se llevan mejor, sé que podrían hacer un gran trabajo juntas

Mirabel- es una maravillosa idea, ¿tú qué opinas Isa?

Isabela- claro, suena bien- exclamó

Isabela en el fondo estaba re feliz por poder pasar más tiempo con su querida hermana, pero también sabia que estar con ella no era de todo bueno, esto debido a sus recientes sentimientos.

La familia termino de comer, algunos fueron a hacer tareas, mientras que otros se quedaban a descansar.

Isabela empezó a caminar rumbo con Mirabel hacia el pueblo.

Mirabel- equipo de hermanas, ¿no? - exclamo con emoción

Isabela- haremos un magnífico trabajo

Mirabel- opino lo mismo, ambas tenemos buenos gustos, yo te digo el color de las flores, y tú las haces crecer, ¿Qué dices?

Isabela- está bien, ahora tenemos que llenar de flores la plaza, para que se vea más alegre

Mirabel- unas flores moradas y azules, quedaran maravillosas.

Isabela- ¿Cómo sabes? - pregunto

Mirabel- porque la mayoría de las casas que hay por esa zona tienen colores que quedarían bien con el azul y morado.

Isabela- vaya, eres buena en esto, ¿no?

Mirabel- siempre quise hacer esto contigo, pero como antes no nos llevamos bien, nunca te pedí hacerlo

Isabela se sintió un poco triste al escuchar esto, ella había tratado muy mal a Mirabel, antes de que ella salvara el Milagro.

La razón era por lo que ella no tenía un don, pero ahora que lo pensaba, aquello no tenía nada de malo, no siempre tenemos que ser perfectos, ¿no?