El 𝐀𝐌𝐎𝐑 fue creado para las personas valientes.
Porque debes tener valentía para aprender a luchar no solo contra tus propios demonios, sino también contra los de la persona a la que amas, especialmente cuando esa persona es, literalmente, uno...
Tu mala memoria y mi torpeza hicieron que quedáramos desamparados en un bosque, supongo que es una oportunidad para conocernos mejor, después de todo, somos compañeros.
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|| POV(____) ||
Pasaron aproximadamente tres días desde que aquellos chicos llegaron, realmente me volví un poco más alegre tras su llegada, pues ahora tenía nuevos amigos.
Estaba oscureciendo, eran las siete cincuenta de la tarde. A Tokito y a mi nos asignaron una misión. Era en un pequeño pueblo, muy retirado de la sede, se hablaba de la desaparición de ciertas personas, pero todas tenían algo en común: eran mujeres embarazadas de aproximadamente cinco o seis meses de embarazo. Se rumoreaba que en aquella zona solo había un consultorio, las chicas preñadas acudían a el para ver como estaba su bebé, sin embargo al salir del consultorio no volvían a casa.
Tokito y yo nos pusimos en marcha, salimos de la sede y al cabo de diez minutos estábamos en un bosque, lo cual no estaba en nuestros planes al principio. Sin embargo uno de los cazadores había mencionado que este bosque era un atajo para llegar más rápido al lugar a donde debíamos ir.
─Hmm, es un bosque grande ¿crees que realmente llegaremos más rápido?─ pregunté, estábamos corriendo a la misma velocidad, con la mirada al frente.
─Supongo, ese cazador mencionó que este era un atajo, llegaremos pronto.
─Esta bien, solo quiero acabar con esta misión e ir a algún puesto de comida que haya en ese pueblo─ dije, me empezaba a dar hambre.
─Terminaremos rápido, después haz lo que sea.
─¿Crees que el demonio habite dentro del consultorio? Yo pienso que puede que solo este cerca de ahí, probablemente cuando las mujeres salen de su chequeo el las siga hasta un punto en especifico, por lo que decían todas morían en un mismo lugar─ dije.
─¿Consultorio?─ no otra vez...
─Tokito, te expliqué la misión hace media hora en la sede por si las dudas, no me digas que ya lo olvidaste.
─Uh, como sea, dejemos las teorías a un lado y terminemos con esto.
No convivía mucho con él, y cuando lo hacía me parecía que era un niño amargado, aparte de olvidadizo. Siempre teníamos que repetirle las cosas hasta tres veces seguidas, y cuando salía a una misión el solo, llevaba una hoja consigo, la misión, el camino hacía la misión, el camino de regreso, todos los datos estaban escritos por si se le olvidaba.
─¡Mira, un búho!─ exclamé, en uno de los arboles estaba posado un búho.
