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S O L E D A D

A veces, la soledad no es más que el eco de nuestros propios pensamientos en una habitación vacía.

A veces, la soledad no es más que el eco de nuestros propios pensamientos en una habitación vacía

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||POV (____)||

Cuando se hizo de noche, me fui directamente a mi finca. Caminé por el sendero empedrado mientras la brisa del viento golpeaba mi cara, trayendo consigo el fresco aroma de la noche. Los sonido a mi alrededor eran suaves, y el cielo estrellado se extendía sobre mí, iluminando mi camino.
Una vez llegué a mi finca, empujé la puerta y entré. La soledad era inmensa; a pesar de que vivía más gente aquí, casi nunca los veía. Las sombras se alargaban en los pasillos, y el eco de mis pasos resonaba en las paredes, subrayando el silencio reinante. Las habitaciones vacías contribuían a la sensación nostálgica. Suspiré, dejando que el peso de la soledad se asentara sobre mis hombros mientras avanzaba lentamente hacia mi habitación, buscando un momento de tranquilidad.

Puede que no lo parezca en absoluto, pero si tuvieran que elegir al pilar más solitario definitivamente me elegirían a mí. Por algo soy el Pilar del Silencio. La soledad y el silencio se relacionan de una manera profunda y compleja, envolviéndome en un aislamiento que pocos entienden.
En medio de la tranquilidad de mi finca, donde los ecos de mi propia voz son casi inexistentes, la soledad se convierte en mi constante compañera, un recordatorio de la carga que llevo como cazadora de demonios. Las paredes vacías parecen susurrar secretos de tiempos pasados, y cada rincón oscuro guarda historias no contadas.

La serenidad que otros encuentran en el silencio, para mí es un recordatorio constante de las pérdidas y sacrificios que he tenido que hacer. En las noches, el silencio se hace aún más denso, envolviendo todo a mi alrededor y haciéndome sentir la inmensidad de mi propia soledad.
La soledad es mi refugio y mi carga, una dualidad que define mi existencia. En este aislamiento, encuentro la fuerza para seguir adelante, pero también el dolor de la distancia que me separa de los demás. Por eso, el título de Pilar del Silencio me define tan bien, reflejando no solo mi habilidad en combate, sino también la profunda soledad que marca mi camino.
Tal vez físicamente no esté completamente sola, pero la presencia de otros no disipa el vacío que siento por dentro, y aunque a veces compartimos el mismo espacio, las conexiones emocionales que anhelo están ausentes.

Aquellos pensamientos no dejaban de rondar mi cabeza mientras me dirigía hacia mi habitación, con la cabeza agachada. El eco de mis pasos parecía amplificar mis sentimientos, envolviéndome en una mezcla de melancolía y resignación.

Abrí la puerta con un suspiro, notando cómo el sonido del cierre resonaba en el silencio de la habitación. Al cerrarla detrás de mí, el eco de la madera reverberó suavemente en el espacio vacío. Me di la vuelta, preparada para avanzar hacia el centro de mi habitación. Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso, dos manos firmes se colocaron en mis hombros, empujándome con fuerza contra la pared. El impacto me hizo jadear de sorpresa, y levanté la vista rápidamente.

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐄 | MuzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora