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A G R A D A B L E

Su presencia ahora es agradable ante sus ojos, le comienza a gustar pasar el tiempo con él.

||POV (____)||

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||POV (____)||

Una nueva noche, una nueva misión.
Se reportó la aparición de un demonio en una pequeña granja no muy lejos de la sede.
Al parecer era un demonio de rango medio, ni muy débil, ni muy fuerte.
Sin embargo podría seguir siendo un problema, pues se fortalecía cada vez que olía la sangre humana.

Me dirigía con tranquilidad a aquella granja, haría mi trabajo y luego regresaría a dormir, o al menos eso tenía planeado.

Finalmente llegué y me apresuré en buscar al demonio.
Entré a aquella granja y pude visualizar a una pequeña niña escondida dentro de un gallinero.
Me acerqué con precaución para no espantarla y cuando estuve lo suficientemente cerca hablé con amabilidad, llamando la atención de la niña.

─Hola pequeña.

La niña levantó su mirada, sus ojos estaban completamente llenos de lagrimas, sus pequeños brazos tenían unas cuantas cortadas, pues al parecer el demonio había atacado a la familia que habitaba en esta pequeña granja, incluyendo a la niña.

─¿Qué fue lo que paso?─ pregunté.

─Un monstruo vino y nos atacó a mi y a mis papis─ respondió mientras comenzaba a llorar de nuevo.

Eso me preocupó. ─¿Dónde están tus papás?─ pregunté.

─Escondidos adentro, me sacaron antes de que el monstruo me hiciera más daño─ respondió la niña.

─Quédate aquí ¿sí?─ dije. ─Me encargaré de que ese monstruo no vuelva a molestar a tu familia─ dije para después pararme y caminar hacia una de las cabañas que había en esa granja.

Entré en la cabaña, todo era un desorden debido al ataque del demonio.
Cosas tiradas por todos lados.
Vidrios rotos por doquier y muebles en mal estado.
Había un poco de sangre e incluso se podían distinguir rasguños en la pared.

Escuché unos sollozos provenientes debajo de una mesa y me acerqué.
Pude notar a una mujer llorando y a un hombre tratando de calmar su llanto para no hacer ruido.
Me hinqué para quedar a la altura de aquellas dos personas que se encontraban escondidos abajo de la mesa.

─¿Se encuentran bien?─ pregunté al ver ciertas cortadas en las piernas y los brazos de ellos.

─Usted... ¿es una de esas caza demonios, verdad? ¿nos ayudara?─ preguntó el hombre en un susurro.

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐄 | MuzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora