El 𝐀𝐌𝐎𝐑 fue creado para las personas valientes.
Porque debes tener valentía para aprender a luchar no solo contra tus propios demonios, sino también contra los de la persona a la que amas, especialmente cuando esa persona es, literalmente, uno...
Unas simples palabras pueden generar muchas preguntas en una sola persona acerca de sí misma, de donde proviene y acerca de su origen.
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||POV (____)||
El siguiente día comenzaba a transcurrir de una forma normal, mi mente estaba completamente enfocada en el sueño de la noche anterior.
(No recordaba lo que había sucedido con Muzan, ni si quiera lo que paso con Tanjiro).
Mis pensamientos ahora solo eran acerca de aquel sueño y el hombre con el que había hablado en estos.
Me encontraba en la entrada de mi hogar, viendo las nubes y sintiendo el aire fresco de la mañana. Era un dia tranquilo, probablemente me iría bien.
Di un paso para proceder a hacer mis actividades fuera de la sede, pero apenas puse un pie en tierra se escucharon algunos pasos de alguien corriendo atrás.
─¡Hermana!─ dijo alguien tras de mi.
Me di la vuelta y reconocí a Genya, quien ahora estaba parado frente a mi.
─Hola chico─ dije sonriendo cálidamente. ─¿Cuándo entraste? No te noté─ pregunte.
─Hace algunos minutos, cuando estabas en tu habitación─ dijo mi hermano menor, viéndome directamente a los ojos.
Mire detenidamente los ojos de Genya, estaban hinchados e incluso un poco rojos, lo cual significaba que al menos unos minutos atrás estuvo llorando.
Alguien le había hecho algo, o al menos le dijo algo lo suficientemente fuerte para hacerlo llorar.
Eso me preocupó bastante, inmediatamente me acercó más a mi hermano y coloqué mis dos manos en el rostro de este.
─¿Pasó algo?─ pregunte con preocupación. ─Estuviste llorando ¿verdad?
Genya se sorprendió un poco, pero al final no podía negarlo. ─No es nada... Solo tuve una discusión con Sanemi─ dijo él tratando de dar una sonrisa tranquilizadora.
─¿Discutieron de nuevo?─ pregunte, mi preocupación aumentaba, pues sabía que Sanemi podría llegar a ser algo cruel con Genya. ─¿Qué tanto te dijo esta vez?
Genya pensó por un momento, si decía la verdad, me enojaría y encararía a Sanemi; y si mentía, yo lo sabría e igual iría a encarar a Sanemi.
