"Cuando llegues al final de la soga, haz un nudo y espera".
Benjami Franklin....
Tiffany
Y así es como perdí a la mujer que amaba. Después de amenazarme, Frenetti me ordenó que me fuera de su oficina. Caminé hasta la casa de Taeyeon. Se hallaba a alrededor de tres kilómetros del campus. Hice el viaje una serie de veces antes, pero hoy, no podía moverme lo suficientemente rápido, no podía llegar a ella lo suficientemente pronto.
Cuando llegué allí el lugar se encontraba silencioso y abandonado, su auto se había ido y todo estaba oscuro. Golpee la puerta de enfrente sin éxito. También le escribí y llamé a su teléfono, pero la línea fue directamente al buzón de voz. Si no fuera por el vacío en mi pecho, podría haber sido capaz de convencerme de que ella no existió en absoluto. Me salté el resto de mis clases esa semana. El semestre se acercaba rápidamente a su cierre; sabía que no debía arruinar todos mis progresos. Pero no podía actuar adecuadamente. Quería a Taeyeon de vuelta.
Los chicos de Forbidden reorganizaron nuestros horarios, así que tampoco tenía que trabajar. Demonios, incluso mi hermana paró de llamarme. Debí haberla herido demasiado cuando le grité después de descubrir lo de su bebé. Y no importa cuántas veces me disculpé por enojarme con ella, sentí que perdimos algo vital en nuestra relación. Probablemente debí haberla llamado para comprobarla, dado que hacía tiempo no me llamaba. Pero no podía encontrar fuerza de voluntad. Entonces, no hice nada, solo me quedé en el recinto, viendo mi teléfono, esperando a que Taeyeon finalmente respondiera uno de mis mensajes.
Con el paso de dos días, reduje mis mensajes a solo citas para su colección. Ya le dije todo lo que podía pensar en decirle acerca de todo lo demás. Ahora solo tenía que recordarle que seguía aquí. Esperando. Amándola. Cuando un golpe sonó en la puerta de mi apartamento el sábado en la noche, salté, sin aliento. Probablemente lucía como una mierda. No me bañaba desde hace al menos tres días, quizá cuatro. Y llevaba los mismos pantalones de chándal y remera desde... quien sabe cuándo. Pero si Taeyeon se hallaba aquí... En mi prisa por llegar, trepé sobre la desorganizada mesa de café, rebosante con bebidas energéticas y envoltorios de bocadillos. Después de golpear mi rodilla contra la esquina, avancé cojeando y al fin tomé el pomo de la puerta, abriéndola. Pero no era Taeyeon.
Entrecerré los ojos a Minho, con la desilusión hiriendo mi pecho.
— ¿Qué demonios haces aquí?
Rodó los ojos.
—Aparentemente soy tu niñera. Siwon y la virgen están preocupados y aterrorizados por ti. Piensan que no es seguro que estés sola ahora, y dado que ambos trabajan esta noche. Fui elegido para cuidar de tu inestable trasero.
— ¿No es seguro que esté sola? Repetí con incredulidad. ¿Qué demonios piensan siwon y Yoona voy a hacer? ¿Lastimarme?
—Oye, les dije que eras una chica grande, pero... Se encogió de hombros. Siwon insistió. Creo que el chico tiene un viejo enamoramiento contigo. Con un fuerte suspiro, di un paso atrás y abrí la puerta para él.
—Bueno, sería bueno que entres si no te irás.
—Uh... En lugar de dar un paso hacia adelante, Minho dio uno hacia atrás. En realidad, en lugar de eso podrías venir conmigo. Tenía planes antes de que la Batiseñal apareciera para que viniera corriendo a tu lado. Resoplando, dejé escapar una risa, negando con la cabeza.
—De ninguna manera, amigo. No te iré contigo a alguna cita obscena. No juego a la tercera rueda. Rio entre dientes.
—Contrario a la creencia popular, no tengo un revolcón cada noche de la semana. Y por suerte para ti, me atrapaste en una noche libre. Mason necesitaba que lo ayudara a reparar una basura de auto antiguo que compró. Me dirigía hacia allí para comprobar que funcionara.
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A mi profesora con amor♥
FanfictionTercer año en la universidad. Atleta estrella. La constante atención de ambos sexos. En este campus, soy adorada. Mientras que a mil kilómetros de distancia, en mi ciudad natal, sigo siendo la basura que vivía en un remolque, la hija de la zorra de...