Capitulo 31

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"Lo que estás buscando no vendrá en la forma en la que la esperas".

Tiffany

Abrí la puerta del apartamento, cansada y derrotada. El lugar se hallaba tranquilo y me hizo sentir extraordinariamente solitaria. La prima de Reese, Hyoyeon, pasó por una cesárea de emergencia en el hospital, dando a luz seis semanas antes de la fecha a una bebé de dos con ochocientos kilos. Mason se apareció minutos antes para informar que él y el papá de la bebé hicieron un trato: no entregaríamos a Alec por lo que le hizo a Hyoyeon si él no denunciaba a Minho por lo que éste le hizo a él.

Al parecer, eso funcionó para Alec, porque Lowe dijo que iba en camino de regreso a Florida. Cuando una enfermera salió para decirle a Reese que podía regresar y ver a la nueva mamá o a la nueva bebé a través de la ventana, en la incubadora donde la pusieron, decidí que era tiempo de que me dirigiera a casa. Ya que Minho no parecía estar dispuesto a moverse del hospital, hice el viaje a pie.

Caminar ayudaba a aclarar mi cabeza. Demonios, la noche entera había aclarado mi cabeza. Cuando una catástrofe como esta ocurría, hacía que una persona se diera cuenta de lo que era verdaderamente importante. Abriendo mi teléfono, le envié otra cita a taeyeon. Era una que tuve por un tiempo, pero que guardaba para el momento adecuado. Bueno, ese momento podría nunca llegar si no hacía que sucediera.

Después de presionar enviar, solté un suspiro y me desplomé en el sofá. Quería llamarla y dejarle un mensaje de voz, solo para contarle toda la mierda loca que pasé esta noche. Necesitaba a alguien con quien compartir mi día. Pero decidí esperar hasta que pudiera verla de nuevo. Así que comencé a marcar el número de la casa para saber de SeoHyun, Heechul y Leeteuk. Pero me detuve. Era tarde, incluso en su zona horaria; no quería despertarlos sin motivo. Acostada allí, me quedé mirando el techo manchado con humedad de mi destartalado apartamento y preguntándome qué demonios hacía. Mi familia se encontraba a cientos de kilómetros de distancia. La mujer que amaba se hallaba en Dios sabía dónde. Me sentía desperdigada. Y atrapada. Mis metas para un diploma universitario y el reclutamiento de la NBA ya no parecían relevantes. Pero no me podía ir. No a menos que quisiera destruir la reputación de taeyeon.

Frotando mi cara con la mano, me sentí décadas mucho más mayor de lo que era. Cuando la puerta se abrió, una chispa dio una sacudida en mi pecho, con la esperanza de que pudiera ser ella. Pero solo era siwon. Se detuvo cuando me vio. Con la mirada incierta y recelosa.

— ¿Qué hay de nuevo? Dijo de manera evasiva. ¿Minho ya se fue?

—Sip. Miré las feas paredes nuevamente. Alguien debía pintar este lugar

— ¿Cómo estuvo el trabajo?

—Bien.

Permaneció inmóvil en la entrada, observándome con cautela.

— Oye... te traje algo.

Relajé mi expresión y miré en su dirección, preguntándome por qué actuaba tan raro. Pero entonces dio un paso dentro de la habitación, dejando que alguien más entrara con él tomado de su mano. Mi mirada siguió una mano femenina a un brazo femenino, y la esperanza se despertó en mi pecho. Pero una masa de cabello rojo la mató tan rápido como comenzó.

No era taeyeon.

—Hola, Tiffany dijo sunny, dándome una sonrisa tímida aún con la mano agarrada a la de siwon.

Le rodé los ojos a mi compañero de cuarto, muy poco impresionada, impasible y completamente desinteresada.

—No, gracias. Él gruñó.

—Maldita sea. Esto tiene que parar. Estás comenzado a asustarme. Entrecerré los ojos.

— ¿Por qué no dejas que me cuide yo sola? Y de aquí en adelante, también mantén lejos a las niñeras. Una noche afuera con Minho no es mi estímulo exactamente.

A mi profesora con amor♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora