𓄸𓍼ִֶָTHE REVOLUTION🗡️ 𖠗
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porque cada rebelión requie-
re miles de sacrificios. y
ceres, la diosa del distrito 11,
lo tenía muy en claro. ⫘⫘
⠀⠀⠀▐ somos el susurro en los árboles
⠀⠀⠀⠀⠀¿nos sientes mirando? El hambre
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀en nue...
TURN UR WEAPONS TO THE CAPITOL! TURN UR WEAPONS TO SNOW!
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Ceres podía llegar a entender la rabia y el odio de Gale.
Era el mismo que ella sentía cada vez que recordaba a sus padres, a su abuela, a Rue y a su hermano...
Lo entendía perfectamente. Ése sentimiento que ambos tenían crecía dentro de ella al imaginarse el sufrimiento por el que Thresh había pasado durante todo el tiempo que pensaban que estaba muerto. Crecía incluso más cuando recordaba su mirada oscura sobre ella en su reencuentro en el 13. Incluso volvía a sentir sus piernas flaquear y sus músculos convertirse en gelatina.
El odio que sentían quemaba cada vez más, tanto que dolía.
Pero tener que concentrarlo en personas que era tan esclavos como ella, y como todos en Panem, era algo que no podía tomarse a la ligera. Seguía pensando, y cuanto más pasaba por su mente mientras veía la montaña siendo destruida por miles de bombas, llegaba a la misma conclusión de siempre: dos bandos con las manos manchadas de sangre, y nadie era menos culpable que el otro.
El odio que daban estaría por matarlos a todos si alguien no se preocupaba por erradicarlo, como había comentado Peeta. Aunque éste mismo odio fuera de manera inevitable parte de la naturaleza humana.
Negó con la cabeza cuando sintió una presencia a su lado. No quiso verlo. En cambio se concentró exclusivamente en morder el interior de su mejilla mientras los gritos eufóricos y victoriosos de los rebeldes en el edificio llegaban a sus oídos, y los taladraban con la mayor fuerza posible. Se pellizcó el brazo con fuerza, comenzaba a alterarse.
─Lo que sea que vayas a decir, ahórratelo ─le dijo al chico a su lado con un poco de dificultad, un nudo en su garganta empezó a crecer nuevamente.
Escuchó cómo suspiraba.
─No iba a decir nada.
─Bien.
─Bien.
Ceres vio cómo otra explosión caía de uno de los bombarderos y golpeaba la montaña, como era el plan, provocando avalanchas. Más gritos de celebración le hicieron bajar la mirada, y posteriormente darse la vuelta contra la ventana. Respiró hondo sintiendo el frío del vidrio y soltó. De pronto y más que nada quiso irse de allí, así que dio varios pasos torpes hacia el interior del edificio, y a su espalda sintió como Gale la seguía. No quería discutir de modo que obvio aquello.
Por la tarde Ceres y Katniss se metieron en sus trajes. Cómo siempre, la chica del once acarició su escudo pensando a dónde los llevarían todas aquellas decisiones que estaban tomando. «Por Thresh», se repetía y se volvía a repetir mientras caminaba por un pasillo del Edificio de Justicia, con dirección a la salida para juntarse con Katniss y el equipo.
