7- El día de los encuentros

152 11 0
                                    

Día 4/8/2018

No me puedo creer lo que está pasando ahora, no me lo esperaba es algo tan....

(Hace 1 hora)

Nick se quedó boquiabierto al ver a mi madre en París, y claro yo más. Entiendo porque me soltó tan rápido la mano, si llega a ver mi madre nuestras manos juntas creo que estaría en un vuelo yendo a Madrid.

Cuando la vi tuve que reaccionar rápido, tenía tres opciones o salía corriendo del hotel o hacía como si nada o me hacía la muerta, pero escogí la más coherente.

Cuando decidí acercarme a mi madre Nick dio un paso atrás, pero mi madre como tiene unos ojos de águila que ve todo a su alcance lo acercó más a nosotras y le miró con una mirada medio asesina-medio sonrisa falsa. Veía que Nick le temía a mi madre y eso me hacía gracia, menos mal que me aguante la risa hasta que me dice mi madre:

-¿De que te ríes jovencita?-

<< ¿Me he reído en público? Tendría que haberme aguantado mejor la risa>>

-¿Yo? De nada, ¿de que quieres que me ría?- la contesté

-No me contestes así Tara, te tengo dicho que me respetes, ya no se como volvértelo a repetir, Nick ¿a ti también te contesta así?-

-No jajaja, pero no se preocupe Miranda, la tengo bien ''educada".-

Después de esta conversación tan rara, bueno rara no, insignificante, le dije a mi madre que por que no nos íbamos a alguna cafetería de aquí cerca, al cabo de un rato nos perdimos y así por lo menos 4 o 5 veces más, estaba mareada por el calor y me senté en el suelo, Nick se sentó en un roca y mi madre hizo lo mismo, estos empezaron a hablar y yo saqué mi móvil para ver si alguien me había llamado, no veía nada, el reflejo del sol me daba y me cegaba, pero de repente veo a alguien detrás mía gracias al móvil, y es... ¿Kioto? ¿Qué hace aquí? ¿No estaba supuesta mente con ese chico que había conocido o me habrá mentido Nick? Cuando me giro, veo a Kioto y a su lado veo a un chico que puede ser el que ha conocido, me he dado cuenta de que tienen un cierto parecido, los dos son de piel blanca, con el pelo moreno, tienen el mismo color de ojo ese que me encanta a mí, un color arena y la misma nariz puntiaguda, , diría yo que son hermanos, pero si no, me lo hubiera dicho Kioto.

Al cabo de un tiempo observándole, mi madre salta:

-Tara, hija, ni siquiera me vas a presentar a tus amigos, o lo tiene que hacer Nick.-

-Tranquila mamá, que ya te los presento yo, esta es Kioto y su amigo de al lado, no se quién es.

-Hola señora, yo soy Kioto, encantada de conocerla, tiene usted a una hija encantadora, el chico de mi lado es un conocido mío que ha venido a visitarme...-

-Hola Kioto, yo soy Miranda, la madre de Tara, y no me trates de usted, que soy de confianza jaja.-

Mi madre y Kioto, parece que se llevan bien, como si fueran hija y madre, tal para cuál. Decidí irme a dar un paseo aunque no tenga ni la menor idea por donde ir, se que estamos cerca de la torre eifel, así que si la encuentro voy a verla.
Cuando iba caminando, Nick me estaba llamando por teléfono y lo cogí:

-¿Tara? ¿Dónde estas?-

-Nick estoy paseando para ir a la torre eifel, ¿Qué quieres?-

-¿Sigue en pie lo nuestro de ir a dar un paseo? Tu madre se ha ido al hotel con Kioto, parece que han hecho buenas migas.-

-Vale, estoy cerca del mercado vente y ya, por eso me he ido de allí no aguanto a veces a mi madre.-

-Ok, voy para allá.

Al cabo de 5 minutos veo a Nick y cuando estabamos los dos juntos ya empezamos a caminar. Estuvimos hablando del chico que conoció Kioto, yo le conté lo que pensaba de él y Nick también me dijo lo mismo, pero de repente alguien me empujó y caí y le grité:

-¡Eh! Tenga más cuidado la próxima vez haber si vemos por donde pasamos.

Me subí y el hombre que me empujó volvía hacia nosotros, era alto, con una pinta de elegante y ese aire de esnob. Este al cabo de un minuto me dijo:

-Perdone, es que tenía prisa, ¿La he hecho daño?-

-Pues claro que me ha hecho daño, me ha tirado al suelo, tenga más cuidado señor.-

Me resultaba su cara conocida, familiar mas bien hasta que me di cuenta de que era mi tío, no quise decirle nada, veía que no me reconocía y tampoco quería que lo hiciera, así que cogí de la mano a Nick y nos fuimos de allí. Nick no me quiso preguntar nada, lo prefería, parece que hoy voy a tener un día muy movidito.

Llegamos a la torre eifel, estaba más cerca de lo que pensaba, nos hicimos un montón de fotos, vi a parejas dándose besos y abrazos y a niños jugando con sus mascotas o hermanos, me parecía todo tan bonito, hasta que una chica de mi estatura se plantó delante mía, pero Nick se puso a su lado y ella le agarró la mano y ya sabía quien era... Natalie.

Mi diario de viajes (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora