Campos de cerezos [Amor desde la infancia] Bakudeku

Capítulo 1

"Amo la naturaleza, una de mis cosas favoritas es ver los árboles florecer, verlos bajo el precioso roció, los atardeceres y amaneceres son la mejor vista que cualquiera podría tener".

El reino donde los Bakuguos era un reino conocido por ser capaces de domar bestias muy grandes uno de los mas conocidos son los dragones, servidores a la realeza principalmente y guardianes del reino, eran sus criaturas mas fieles de la realeza de hecho se dice que ellos son los padres de esas bestias.

La reina Mitsuki y Masaru actuales reyes de ahí tuvieron un único heredero al trono, era un joven de 23 años conocido como Katsuki Bakugou un joven con un temperamento explosivo y algo violento con los demás, pero igual era un gran guerrero en los combates y aun que no lo aparentara era un excelente estratega muy inteligente y atlético, los dragones respetaban con tan solo tener su presencia frente de ellos y los soldados acompañado de los aldeanos le temían y admiraban.

Pero a pesar de tener esas cualidades y ser un joven atractivo físicamente para los omegas principalmente, había omegas que contaban que era un alfa demasiado irresistible, sin mencionar que las noches que atendían su celo este era demasiado bueno en la cama mas cuando este estaba en sus ciclos de celos.

Los reyes actuales sabían que el debería pronto tomar el reinado y dar una decendencia que siguiera con las costumbres, dispuestos buscar el omega indicado con quien este podría procrear futuros herederos al trono, antes de tomar el reinado como tal este debía poseer un omega y marcarlo para que este sea su reina y ambos gobiernen dando paso la siguiente generación, pero había un pequeño pero importante problema ...

El príncipe del reino salvaje no tenía ningún interés amoroso hacia nadie, el tener un omega o incluso beta lo consideraba algo molesto, empalagoso y una gran pérdida de tiempo, él no quería enlazarse con nadie y aun no sentía esa necesidad de tener cachorros ya que incluso no le agradaban los niños, los consideraba berrinchudos y muy llorones.

Muchos omegas incluso de otros reinos intentaron domar el corazón frio y agresivo del alfa, pero el al final los rechazaba, el reino le preocupaba que el príncipe nunca llegara emparejarse o tan siquiera dar un descendiente para la próxima generación, los intentos de hablar con el eran en vano.

Los reyes esperaban que su hijo algún día conociera su destinado, su amor para así seguir con la generación del reino, tal vez en una parte del mundo se encuentre su omega destino aquel capaz de domar su corazón y ser compañero de por vida, solo rezaban que el día que apareciera no tardara tanto para el joven príncipe.

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El bello amanecer junto los pájaros comenzó a sonar en el reino Todoroki, un nuevo día había empezado donde los aldeanos empezaban despertar y comenzar con sus labores primordiales, un día normal con las rutinas de siempre.

De una casa sencilla pero acogedora salía un joven chico de cabellos verdes, ojos del mismo color, delgado y algo bajo de estatura caminaba rumbo al pueblo donde el movimiento de los aldeanos empezaba aparecer. La gente se saludaba con los buenos días, los panaderos empezando a hornear, los carpinteros igual hacer muebles tanto para el reino y pedidos de demás aldeanos, Izuku caminaba rumbo al palacio, corriendo como si un pequeño niño se tratase, los niños empezaban salir a jugar de un lado al otro, mientras los adultos hacían sus trabajos, ya sea la artesanía, la comida, las forjas, las pinturas y artes.