Rumi suspiro mientras cerraba la puerta de su auto, era casi de noche y el día estaba apunto de terminar, suspiro por eso, lo único que necesitaba ahora era llegar a casa y dormir pacíficamente en los brazos de su peliverde
Había perdido la noción del tiempo dentro de la casa de su madre, no supo en qué momento un mar de lágrimas y llanto se había convertido en una plática amena y medianamente agradable, claro, había muchas cosas que querían preguntar vas partes, pero sabían que ya no existía la misma confianza de antaño, en realidad Rumi estaba segura de que nunca existió dicha confianza
Pero ya no era momento de pensar en eso, ahora tenía la oportunidad de tener esa relación madre-hija que quizo desde la adolescencia, hoy había sido el primer paso, al final simplemente se despidió con la promesa de hablarle sobre Izuku la próxima vez que la visite, no sabía cuándo, pero definitivamente la visitaría de nuevo
Hablando de su pecoso, tomo su teléfono y lo prendió rápidamente, espero por unos segundos y el sonido de las notificaciones inundo el interior de auto, tubo que ponerlo en silencio para poder leer todos los mensajes
Tal vez para muchas otras mujeres este tipo de comportamiento se pude ver como posesivo, pero para Rumi no era desagradable, era una heroína profesional, de las más fuertes y como tal simepre estaba en peligro, así que el echo de que su novio siempre esté al pendiente de ella era un sueño echo realidad pues normalmente las relaciones con héroes terminaban mal, ya sea por la presión en público o la constante angustia de saber si tú persona amada están viva o muerta
Sonrió con cariño mientras leía todos y cada uno de los mensajes, arrancó el auto y comenzó su camino a casa
XXX
Al mismo tiempo
Izuku se dejó caer en el sofá, su visita a Mitsuki había sido más larga de lo que él había planeado, el haberse liberado de ese peso había echo que se sintiera mejor, peor cansado física y mentalmente, aunque por primera vez en años estaba seguro de que podía dormir sin ninguna preocupación, en especial si Rumi estaba con el
Hablado de la morena más hermosa del mundo
Izuku se preguntaba donde está?, No era alguien controlador, pero sin duda su preocupación le exigía almenos mandar nuevamente un mensaje, aún si había mandado fácil 5 docenas de ellos y casi 8 mensajes en el buzón de voz
Deslizó su mano hasta su bolsillo y saco su móvil, al prenderlo solo sonrió cuando vio el mensaje de respuesta
Conejita❤️🥕 : En camino 😘❤️
Instintivamente su mano tomo la caja de los anillos de su madre, sin duda estaba emocionado por usar cada uno de ellos en su debido momento
*TOC TOC
El llamado de la puerta llamo su atención, miró de nuevo el mensaje y vio la hora en la que fue enviado, no habían pasado ni 12 minutos, y estaba seguro de que la casa de su suegra no estaba demasiado cerca
Se levantó perezosamente, pensado que sería algún vecino viniendo a pedir algún favor, tal vez un repartidor que de habría confundido de dirección, tal vez algún hombre o mujer interesados en predicar sus creencias
Todas aquellas suposiciones parecían ser demasiado probables, pero al abrir la puerta no pudo estás más sorprendido, lo primero que vio fue una cabellera rubia puntiaguda, desgraciadamente no era la de Mitsuki
Instintivamente sus brazos subieron protegiendo su cara
BUM*
Sintió un ardor en sus antebrazos, pero rápidamente se reemplazo por el dolor en su espalda al estrellarse en su meza de la cocina