Útero dos.

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Ya no estaba sola

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Ya no estaba sola.

Quede preñada y el médico dijo que fue mi culpa y él, ese macho que decía quererme me desamparo con dos semillas mellizas en el alma, y un montón de espermas corriendo por mis ovarios, el primer día pensé en aventarme al rio y que los peces se alimentaran de mis vísceras y mis miedos, al segundo día quise saltar de un puente, para que los carros no fueran tan de prisa y llevaran flores, amapolas a sus amadas, el tercer día, intente meterme el puño hasta el vientre, a ver si así dejaba de sentirme vacía. No logre nada, tuve que parir por la madrugada, yo sola, estuve tan sola que el dolor que llevaba dentro jamás nació.

Y entonces lave mi cuerpo entre lágrimas y mar salada, entre aullidos y desconsuelo, me quite el vestido, la ropa interior sucia de ese día, introduje mis dedos en mi vejiga hasta orinar, hasta depurarme, acaricie despacio, indague y me encontré, vi a esa mujer espantada que habitaba en mí desde pequeña, me vi, estaba yo siendo tan yo, pero no más como rama seca, ya no odiándome por ser ella, ya no insultándome a muerte, ya no huyendo de mí, ya no.

Y fue así como di a luz por primera vez, me tuve a mí, grite, llore, cante, gemí, y nací, nací yo, nací de entre tierra y tormenta, de entre los vivos y muertos, nací y por primera vez ya no estaba sola.

Y fue así como di a luz por primera vez, me tuve a mí, grite, llore, cante, gemí, y nací, nací yo, nací de entre tierra y tormenta, de entre los vivos y muertos, nací y por primera vez ya no estaba sola

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Pies de Loto.

Caminaba de puntitas para no hacer ruido, y les fue insuficiente.

Tenía que silenciar más de mí, pero todo de mis pies, la forma de mis talones eran tosca, el dedo gordo junto a los demás dedos era impar, así fue como decidieron.

A los seis años tenía dolores insoportables de espalda, me diagnosticaron deformidad gigante, iban a amputarme las piernas, pero todas las niñas como yo tenían cura.

Vendaron rabia sobre la planta de mis pies, dejaron de crecer amapolas y surgieron hongos, inflamación, castigo, desgarro, sangre.

Ningún niño de mi cuadra cargaba el mismo dolor, ninguno de ellos fue sometido a la tortura, ninguno de ellos debía modificarse el cuerpo, eran perfectos, podían correr detrás de la pelota sin cansarse, y yo en silla de ruedas le rogaba a la muerte viniera por mí.

De mi útero ✔️ (En físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora