El sol estaba en su punto más alto y el mercado se encontraba en su momento de ventas más atareado. todo se veía como un día normal si no fuera por el sonido de cosas caer y el grito de personas enojadas que se empezaba a escuchar a lo lejos. En medio del mercado se vio a una sombra pasar corriendo siendo perseguido por dos hombres corpulentos mientras le gritaban.
¡BASTARDO, CUANDO TE ATRAPEMOS!
¡NOS LAS VAS A PAGAR MOCOSO!
¡CUANDO TE ATRAPEMOS, VOY A...!
El hombre no pudo continuar, ya que su objetivo habia chocado con unas cajas que terminaron bloqueando el camino de los hombres haciéndolos tropezar. El chico ni siquiera volteo hacia atrás. Mezclándose entre la gente, logro meterse a un callejón que estaba repleto de cajas llenas de basura. Paseando tranquilo entre las cajas, vio el botín de sus manos.
Eran varios bollos rellenos.
Habia tenido la suerte de haber conseguido despistar a los dos hombres y poder robarles su bolsa de bollos. Cuando llego al fondo del callejón, empezó a mover la caja que estaba pegada a la pared, dejando al descubierto el hoyo de perro en la pared. Metiéndose los bollos a la túnica, se arrastró por el hoyo hasta llegar al otro lado.
Del otro lado se encontraba una habitación pequeña que parecía mas un cuarto de almacenaje. Si no fuera por la pequeña ventana que habia en la habitación, ese lugar no sería apropiado para el uso humano. La habitación no era muy grande, pero lograba almacenar muy bien a 5 niños a más.
En una esquina de la habitación, se encontraban un revoltijo de sabanas que aun en su estado deplorable aun mantenían su función principal de lograr calentar durante las noches frías. Lo llamativo de esto, era que habia un bulto entre las sabanas.
Viendo que el bulto en las sabanas no se movía, termino mostrando una sonrisa risueña. Llevándose la mano a la boca como si sostuviera una trompeta, hizo sonar la alarma.
¡CUAK CUAK ¡
El sonido que imitaba el graznido de un pato se hizo resonar en la habitación, haciendo que el bulto de sabanas se moviera y dejando al descubierto a dos niños.
Una niña y un niño.
El primero en moverse y gritar fue una niña de 8 años.
¡GEGE!
Mientras que el otro era un niño de 10 años que se iba levantando a su ritmo. Aun que queria verse como el más maduros, la velocidad de su andar delataba su entusiasmo por ver al joven.
¡Maestro Shen!
¿Cuidaste bien de xiao-ying, Ming fan?
El niño se habia parado firme sacando el pecho y en la forma militar que le habia enseñado, le respondieron.
¡ SI SEÑOR ¡
Solo pudo soltar una risa pequeña acompañado con la de la niña. Siempre era divertido ver la pose del chico, tipo militar. Mientras la niña se burlaba del chico, saco la comida de entre sus túnicas.
Por haber hecho un excelente trabajo, les daré una sorpresa.
De entre sus ropas saco la bolsa de bollos mostrándosela a los niños.
Los ojos de los jóvenes brillaban y la saliva casi se les salía de la boca con solo haber olido los bollos un momento.
Vio como Ming fantomaba el liderazgo y tomaba la bolsa de bollos para después darle uno a Ning yingying para luego agarrar el suyo y regresarle la bolsa a shen yuan.
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You are my sunshine
Fiksi PenggemarDesde que tenía memoria, shen Qingqiu sentía que su mundo era gris. Todos lo odiaban sin razón y el sentimiento era mutuo. El destino decidió que él tenía que ser el villano de la historia y él lo haría con la frente en alto. No dejaría que lo viera...