Es hora de aclarar los sentimientos.
¿Y que mejor a la antigua?
Tradición que se hizo entre toda la escuela, principalmente por los integrantes de los equipos de Quiddich desde hace décadas.
¿Se arrepentirá el ojiverde?
¿Aceptará?
¿Será humillad...
Caminando con mucha confianza a los vestidores de los Griffyndors, sonrió entrando con tranquilidad al lugar, y al cerrar la puerta, sentándose en una de las bancas de ahí solto un ligero suspiro cambiando unos hermosos ojos verdes luminosos a unos verdes ligeramente opaco, fijando su mirada a la nada, encorvándose un poco.
—Vamos hermano, anímate.
—Sí Harry, por lo menos ya se lo declarante después de tanto.
Enderezansose con rapidez volteó a ver aquellos dos pelirrojos, con un rostro totalmente sonrojado, llevando sus manos a sus cabellos.
—No puedo creer que lo hice...—susurro con suavidad.
—Y enfrente de toda la escuela....
Sus manos apretaron sus cabellos con fuerza, al notar su imprudencia.
>>—Y de sus amigos....
Ahora un quejido ahogado y curviándose de nuevo hacia delante, sentía lo tonto que era haciendo eso.
>>—Y de las serpientes que le pueden hacer burla.
Empezando a murmurar cosas en silencio y rapidez, bajando más su cuerpo hacia delante.
—¡Tonto! ¡Mira como lo pones Ronald!— Menciono Seamus Finnigan, dándole un golpe por la nuca al pelirrojo.
—¡Hay!— volteó a ver a su amigo, notando lo que provocaba —¡P-Pero no cualquiera lo hace hermano! ¡Así que lo hiciste bien! Además...¿Qué es lo peor que puede pasar?.
—Qué lo rechacen...—Ahora aparecía Dean Thomas. —O que lo humillen...—
—¡Maldición! ¡Pacenme servilletas!.
Mencionaba con desesperación, levantándose de golpe de la banca, y caminando de un lado a otro en el mismo lugar, quitándose su túnica de Quiddich tirandolo al suelo, confundiendo a sus compañeros.
—¿Para qué?.
—¡Estoy sudando cómo una langosta en una olla!.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.