La verdad que ocultas

Capitulo 4

Todavía sigo en shock. No me puedo creer que sea verdad lo que estoy viendo.

Dentro de la caja hay un montón de trocitos de periódico como si fuera confeti. Encima han puesto una fotografía mía. En ella se ve que estoy durmiendo junto a Óscar en su habitación. Por suerte estoy vestida con su camiseta y no aparezco desnuda.

Me siento en el borde de la cama con la foto todavía entre mis manos. El recuerdo de esa noche viene a mi mente. Es la única vez que dormí con él en su casa.

Estoy tumbada boca abajo con la cabeza apoyada en el pecho desnudo de Óscar. Él esta acariciando mi espalda haciendo círculos de forma despreocupada. Cierro los ojos mientras aspiro su olor. No sabría describir muy bien a que huele pero me siento en paz al sentir el latido de su corazón en mi oído Su respiración es tranquila. Ahora mismo me gustaría poder congelar el tiempo. Su voz me saca de mis pensamientos.

-¿Estás despierta?.

-Si.- Digo en un susurro.

Continua con sus caricias antes de seguir hablando.

-Quédate esta noche conmigo.

-¿Qué?. - Me incorporo de golpe para poder mirarle a los ojos. -¿Quieres que me quede a dormir contigo?.

-Si. Eso he dicho. Quiero que mi novia se quede a dormir. - Dice con esa sonrisa de medio lado que me vuelve loca.

-No sé... No creo que mis padres me dejen. Ya sabes como son.... -Comento esto ultimo con un pequeño suspiro.

-Claro que los conozco. No veas la que me lio tu padre por despedirme de ti con un simple beso. Si supiera todo lo que hemos hecho después.

Antes de que pueda contestarle le tengo encima mía haciéndome cosquillas.

-¡Para!. ¡Para por favor.! - Digo entre risas mientras intento zafarme de su agarre.

Sin esperarlo me sujeta de ambas muñecas y sube mis brazos arriba de mi cabeza. De esta forma estoy totalmente inmovilizada. Ambos nos quedamos mirando fijamente con la respiración agitada. No se cuanto tiempo transcurre hasta que le escucho hablar.

-¿Les vas a decir que te quedas a dormir fuera? - Pregunta antes de robarme un beso. Sabe que sus besos son mi debilidad y que podría pedirme lo que quisiera si a cambio me da uno.

-Esta bien. - Respondo con una sonrisa en los labios. - Les diré que paso la noche con Laura....

Unos golpes en la puerta de mi habitación me saca de mis pensamientos. Cierro la caja con la foto dentro. Me pongo de rodillas y la escondo debajo de mi cama. Antes de responder me acerco al espejo para mirarme. Tengo mejor aspecto que hace unos minutos. Vuelven a llamar a la puerta así que decido abrir.

Es mi madre y se le nota preocupada. Tiene los ojos algo hinchados, como si hubiera estado llorando hace poco tiempo.

-¿Pasa algo mama?

Antes de decir algo, mi madre entra en mi habitación pero se queda parada a escasos metros de la puerta. Me acerco a su lado y le hago un gesto con la mano para que se siente en la silla que hay junto a mi escritorio. Yo lo hago en el borde de la cama. Le sujeto las manos y la animo a que hable.

-Dime... ¿Por qué estas así?

Da un pequeño suspiro, me suelta las manos y se las pone en la cara. Apenas en un susurro lo que escucho cuando habla.

-No debería decirte esto...

-Mamá, me estas asustando. ¿Dime que pasa? - Pregunto preocupada. Le aparto las manos de la cara, le sujeto la barbilla y la obligo a mirarme. Con un gesto la insto a que continúe hablando.